Mis amigas me habían hablado maravillas del wok, esa sartén de paredes altas tan utilizada en los países asiáticos. Pero, para ser sincera, siempre pensé que era un cacharro más en la cocina y que con mis sartenes ya tenía suficiente. Hasta que, un día, paseando por Ikea, lo vi y pensé: "¿Por qué no?". Así que, además de las velas que había ido a comprar, me llevé este fantástico utensilio.
Desde el primer uso, me conquistó. Los alimentos se cocinan en cuestión de minutos y quedan doraditos por fuera, pero superjugosos por dentro. Solo hay que acostumbrarse a hacer un movimiento hacia delante y hacia atrás para que queden perfectos. Además, como se utiliza muy poco aceite, los platos no resultan nada grasientos. ¡Es una cocina súper saludable!
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Este wok de Ikea es muy sencillo de usar. Tiene los lados y la base gruesos, lo que permite que el calor se distribuya de manera uniforme y los alimentos se cocinen mejor. Además, su forma hace que la comida se deslice siempre hacia el fondo, donde el calor es más intenso.
Ikea
Ligero y resistente, ya que está hecho de aluminio, es muy fácil de manipular incluso cuando está lleno. Además, cuenta con dos asas, muy cómodas de coger, lo que facilita levantarlo sin esfuerzo. Por otro lado, su revestimiento antiadherente (sin PFTE ni otras PFAS) evita que los alimentos se quemen o se peguen. También tiene una práctica tapa de vidrio que me permite vigilar el contenido mientras cocino. ¡Así no se mancha nada y la cocina queda impoluta!
Y, por si fuera poco, es compatible con todo tipo de placas, incluso de inducción. ¿Se puede pedir más?
Tres consejos para cuidar tu wok
- Evita calentar el wok seco y vacío a fuego demasiado alto, ya que podría deformarse y el revestimiento perdería sus propiedades antiadherentes.
- Usa solo utensilios de madera o silicona, sin bordes afilados, para no dañar el revestimiento.
- No lo metas en el lavavajillas. Lávalo siempre a mano con agua y jabón para alargar su vida útil.
Una receta para disfrutar
Y si te animas con la cocción al wok, no te pierdas el salteado oriental de ternera al wok con verduras. Es muy sencillo de realizar y queda realmente delicioso.
Cocina Fácil/RBA/A.J.J. ESTUDI, S.C.P.
Salteado oriental de ternera al wok con verduras
Para 4 personas
Ingredientes
- 400 gramos de filetes de ternera finos
- 2 zanahorias
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 125 gramos de champiñones
- 1 cebolla
- Salsa de soja
- Aceite de oliva
- Harina
- Semillas de sésamo
- Unas hojas de cilantro
- Sal
- Pimienta
Paso a paso
Corta las verduras
Lava los pimientos, retirando las semillas y los filamentos, sécalos y córtalos en tiras a lo largo. Pela la cebolla y raspa las zanahorias. Parte ambas en juliana y reserva. Limpia los champiñones, lávalos sin sumergirlos y córtalos en láminas no muy gruesas.
Enharina la carne
Corta los filetes de ternera en tiras finas. Adereza con sal y pimienta y enharínalos ligeramente retirando el exceso. Para ir más rápido, coloca la carne en una bolsa con la harina y agita para que se impregne bien.
Saltea las verduras
Calienta un wok y cuando empiece a humear, vierte un poco de aceite de oliva. Añade las hortalizas, por tandas, y saltéalas durante 1 minuto. Retíralas y resérvalas.
Incorpora la carne
Agrega un poco más de aceite y saltea la ternera hasta que se dore (con un par de minutos será suficiente). Incorpora de nuevo las verduras reservadas y vierte un chorrito de salsa de soja. Saltea todo junto unos minutos, realizando movimientos de delante hacia atrás. Agrega las semillas de sésamo y las hojas de cilantro lavadas y picadas. Lleva a la mesa en el mismo wok.
Cómo cocinar con el wok
Antes de empezar, es esencial tener todos los ingredientes preparados. Para que la cocción sea uniforme, córtalos en trocitos o bastones de tamaño similar. Una vez listo todo, coloca el wok en el fuego y deja que se caliente bien. Luego, añade el aceite repartiéndolo por las paredes para que todo quede bien engrasado.
Para obtener los mejores resultados, sigue este orden al cocinar: primero, los ingredientes que tardan más en hacerse; después, los que se cocinan más rápido; y, al final, los condimentos. También puedes incorporar pasta o arroz, pero deben estar previamente cocidos.