Solomillo con puré y shiitakes

Este solomillo de cerdo se sirve sobre una base de puré de zanahorias y se acompaña de unas deliciosas setas shiitake. El contraste de sabores resulta espectacular y lo mejor es que es facilísimo de preparar.

Jani Paasikoski

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PASO A PASO PARA REALIZAR SOLOMILLO CON PURÉ Y SHIITAKES: RESULTADO FINAL.
Cocina Fácil / RBA / XAVIER SOLDEVILA
4 personas
45 min
290 Cal

5

(3 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Técnica mixta

Tipo Plato:

Segundos platos y platos principales

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

¿Buscas una receta que te haga quedar como un auténtico chef pero que no conlleve demasiado esfuerzo? Has dado con la solución porque estos solomillos parecen muy elaborados pero en realidad son aptos para cualquiera que se inicie en la cocina. No tienen ningún misterio. Y es que cocinarlos es tan fácil como saber encender la plancha y poner en marcha el horno.

Incluso los acompañamientos son sencillísimos de hacer. Solo hay que cocer unas zanahorias y saltear unas setas. Vaya, que se tarda más en limpiar y trocear los ingredientes que en cocinarlos. El secreto de esta receta es lo bien que combinan los sabores de sus tres componentes. El solomillo de cerdo es una carne muy suave que suele ir especialmente bien con toques dulces como los de la zanahoria. El toque exótico lo ponen las setas shiitake que aunque son típicas de la cocina asiática, se pueden encontrar en casi cualquier supermercado, y también combinan genial con la carne.

Por lo demás, el único esfuerzo que tendrás que hacer será dar con el punto de sal que les guste a tus invitados porque no tiene más misterio. Eso sí, seguro que luego todos te piden la receta.

Ingredientes paraSolomillo con puré y shiitakes

  • 640 gramos de Solomillos De Cerdo
  • 600 gramos de Zanahorias
  • 100 gramos de Setas Shiitake
  • 2 Dientes De Ajo
  • 2 ramitas de Romero
  • Aceite De Oliva
  • Pimienta Negra
  • Sal

1. Haz el puré

Raspa las zanahorias, lávalas y cuécelas en una cazuela con abundante agua salada, hasta que estén tiernas. Escúrrelas bien y disponlas en el vaso de la batidora, junto con 2 cucharadas de aceite. Tritura hasta que obtengas un puré homogéneo de textura fina.

2. Limpia la carne

Precalienta el horno a 180º . Limpia la carne retirando toda la grasa, las telillas y los tendones, córtala en 4 trozos grandes y condiméntala con sal y pimienta molida. Pela los ajos. Lava el romero, sécalo y trocéalo. 

3. Cocina los solomillos

Pon al fuego una sartén con un fondo de aceite. Añade el ajo, la mitad del romero y la carne y dora esta por todos lados. Pásala a la placa y termina de asarla en el horno unos 15 minutos. Retira el solomillo, pásalo a una fuente y deja reposar.

 

3. Cocina los solomillos

4. Saltea las setas

Corta la base terrosa de las setas shiitake y límpialas con un paño humedecido. Si están muy sucias, lávalas rápidamente y sécalas. Saltéalas a fuego fuerte en una sartén con un hilo de aceite, hasta que se doren por todos lados, y salpimienta.

5. Emplata y sirve

Reparte el puré de zanahoria en el centro de 4 platos y coloca encima los trozos de solomillo; corona estos con el salteado de setas y el resto del romero. Decora los platos con un cordón de jugo del asado y sirve.

 

El truco

Cuando retires la sartén del fuego, riega las porciones de solomillo varias veces con el aceite caliente para que terminen de dorarse.

Consejos:

  • La mayoría de nosotros limpia, por sistema, las setas debajo del grifo cuando no es la mejor opción. Haz esto solo cuando te encuentres unas que estén especialmente sucias. Para el resto, lo mejor es limpiarlas con un paño húmedo. De esta manera evitamos que llenen de agua y que al cocinarlas adquieran una textura distinta y menos agradable.
  • ¿No eres muy fan de la zanahoria? Puedes cambiarla por calabaza, por ejemplo, cuando esté en temporada. También aporta un toque dulce y el contraste de color que se consigue es igual de bonito. El boniato también es una opción estupenda y por supuesto, puedes recurrir a un clásico puré de patatas si tus invitados no son muy amigos de los contrastes.
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