Crema de vainilla y chocolate sin huevo, gluten ni lactosa

Paso 1

Hacer un corte longitudinal a la vaina de vainilla con la punta de un cuchillo fino. Reservar un vaso de leche y verter el resto en un cazo; añadir la vainilla y el azúcar, remover hasta que esta última se disuelva y calentarla hasta que llegue a ebullición, mezclando a menudo. Bajar la llama al mínimo y dejar cocer 2 minutos. Apagar el fuego, tapar y dejar reposar unos 30 minutos para que la vainilla desprenda todo su sabor y aroma. Colar la leche y pasarla al mismo cazo.

Paso 2

Mezclar la maicena con la leche que se había reservado y remover durante 30 segundos hasta que se disuelva totalmente. Poner el cazo de nuevo al fuego y, cuando la leche empiece a hervir, agregar la mezcla de maicena, en un hilo y batiendo con varillas. Cocer durante 3 o 4 minutos sin dejar de mezclar para evitar que la maicena cree un poso y se queme. Retirar del fuego.

Paso 3

Trocear el chocolate. Dividir la crema en dos partes iguales y agregarlo a una de ellas mientras esté todavía caliente. Remover hasta que se funda y quede totalmente integrado. Dejar enfriar las dos cremas, tapadas con film para que no se forme una película en la superficie.

Paso 4

Disponer las almendras en una sartén sin grasa. Tostarlas a fuego suave hasta que empiecen a dorarse y espolvorearlas con el azúcar. Dejar que se funda y salpicar con unas gotas de agua. Proseguir la cocción, salpicando con más agua cuando sea necesario, hasta que estén caramelizadas. Retirarlas y dejarlas enfriar sobre papel de horno.

Paso 5

Repartir las cremas en 6 copas -el postre quedará mejor presentado si son de cristal-, alternando capas de una y otra. Reservarlas en la nevera. Justo antes de servirlas, repartir el crocanti de almendra por encima y espolvorearlas con 1 pizca de canela.