Son pocas las personas a las que no les gustan las albóndigas . Tiernas, jugosas y con un gran sabor son las reinas de todas las casas, especialmente si en ellas hay niños. Si siempre las preparas con carne picada y estás buscando alguna idea diferente, no te pierdas estas de merluza y langostinos en salsa verde . Ideales para tomar en cualquier situación, ya sea una comida de diario o una celebración, te recomendamos que las hagas de un día para otro. Así todavía estarán más gustosas. Las albóndigas de pescado son un gran invento. Si quieres descubrir más sugerencias, echa un vistazo a las de caballa en salsa o a las de salmón y sésamo . Y si eres fan de los guisos, prueba el potaje de garbanzos con albóndigas de bacalao . Está exquisito. Escalda los langostinos en agua salada 2 minutos, hasta que cambien de color; escúrrelos, pélalos y trocea la mitad. Pela los ajos y lava el perejil; pica este y uno de los ajos. Coloca el pan en un bol y empápalo con leche. Comprueba que la merluza no tenga ningún resto de piel ni espinas; desmenúzala y añádela al bol, junto con el ajo picado y los langostinos troceados. Añade los huevos y la mitad del perejil picado, salpimienta y remueve. Deja reposar la masa 10 minutos, para que adquiera consistencia. Ve tomando porciones pequeñas de la masa, dales forma de bolita y pásalas por harina. Fríe las albóndigas con aceite caliente, hasta que se doren, y déjalas escurrir sobre papel de cocina. Pela la cebolla, rállala y póchala, junto con el ajo restante, en una cazuela, con 3 cucharadas de aceite. Agrega 1 cucharada de harina y tuéstala. Vierte el vino y cuece 2 minutos, hasta que se evapore el alcohol. Añade el caldo caliente poco a poco y cuece, sin dejar de remover, hasta que espese un poco; si es necesario, rectifica de sal. Agrega los guisantes, las albóndigas y el resto del perejil a la salsa, y lleva a ebullición. Baja la llama al mínimo e incorpora los langostinos enteros. Cocina 5-6 minutos, aparta del fuego y deja reposar el guiso 5 minutos, tapado, antes de servirlo.