¿Tienes invitados de última hora? ¿Un almuerzo en el que necesitas algo ligero, sabroso y que luzca espectacular? Estos enrollados de salmón lo tienen todo: se preparan en 15 minutos, no necesitan fuego, y te sacan de apuros con mucha clase . Perfectos como entrante, canapé o incluso como plato único si los acompañas con una ensalada vistosa. La receta me la pasó una amiga sueca hace años en una cena donde cada uno llevaba algo: ella llegó con una bandeja de enrollados de salmón con salsa de eneldo que se acabaron antes de que yo pudiera servirme el segundo. Le pedí la receta al instante. Ella se rió y dijo: “Es tan fácil que me da hasta vergüenza contarla”. Desde entonces, la he repetido decenas de veces y siempre triunfa. El secreto está en la combinación del salmón ahumado con esa salsita cremosa y ligeramente dulce que realza los sabores sin taparlos. El canapé que no parece un canapé Lo bueno de estos enrollados es que no se limitan a los canapés de fiesta. Puedes prepararlos para una cena rápida, llevarlos en un tupper a la oficina o incluso convertirlos en la estrella de un brunch con amigos. Las tortillas de maíz le dan un toque informal, pero si usas tortillas de trigo o wraps integrales, puedes jugar con texturas y versiones más sanas. Y el relleno, por supuesto, es adaptable: cambia el salmón por jamón cocido si hay niños, añade aguacate para una versión más tropical, o usa cebolla caramelizada en lugar de cebolla cruda si quieres suavizar el sabor. Tres ideas para convertir este plato en un éxito rotundo Juega con los colores: Los enrollados quedan preciosos si usas tortillas de diferentes colores: de espinacas, remolacha, cúrcuma… Quedan muy vistosos en bandejas para celebraciones. Añade un toque crujiente: Unos pepinillos agridulces finamente picados, unas alcaparras o unas nueces troceadas pueden darle una textura diferente que contraste con la suavidad del salmón. Enfriar mejora todo: Si tienes tiempo, déjalos reposar 10-15 minutos en la nevera antes de servirlos . Esto permite que la salsa impregne el conjunto y que los sabores se fundan mejor. Un entrante elegante que no te pide horno ni cocina Me encanta esta receta porque es la prueba perfecta de que no hace falta complicarse para impresionar. En realidad, todo está en saber combinar ingredientes que se llevan bien y en presentarlos con un poco de gracia. Un mantel bonito, una bandeja elegante y estos enrollados… y parecerá que has pasado toda la tarde en la cocina. Además, es un plato económico si compras el salmón en formato loncheado y aprovechas lo que tengas en casa para los brotes (lechuga romana, escarola, rúcula… todo vale). ¿Te animas a prepararlos? Ya tienes excusa para no volver a poner patatas fritas en la mesa cuando vengan invitados. Estos enrollados de salmón lo tienen todo: son fáciles, rápidos, sabrosos, se preparan con antelación y lucen de maravilla . Si buscas un entrante ligero o un canapé que se salga de lo típico, esta es tu receta. Y si los pruebas y te gustan tanto como a mí, guárdate la receta, te aseguro que vas a repetirla más de lo que crees.