Hay tradiciones que nunca pasan de moda y se repiten de generación en generación, como hacer monas de Pascua durante la Semana Santa para ofrecérsela a los más pequeños de la casa. Tal como manda la tradición, es el padrino el que regala la mona de Pascua a sus ahijados, conocida como " la mona ". Claro que podemos comprar una mona de Pascua en la pastelería, pero es mucho más divertido hacerla en casa y de paso pasar una tarde entreteniendo a los niños en sus vacaciones. Hay muchas monas de Pascua originales, dependiendo de la región en la que nos encontremos puede que sea de bizcocho, de chocolate o que vaya cubierta de fruta escarchada. La que hoy traemos es una receta tradicional con un relleno de crema de mantequilla, cubierta con crema de yema y decorada con almendra laminada previamente tostada. Es una mona suave y deliciosa que además queda preciosa tanto que dejará a niños y no tan niños con la boca abierta. Prepararla lleva su tiempo y requiere algo de maña, pero no es difícil de hacer y realmente vale la pena al probar el primer mordisco. La decoración con huevos también es muy tradicional, en este caso hemos escogido huevos de chocolate de diferentes tamaños y tipos de chocolate. Consejos para que tu mona de Pascua te quede de pastelería: Las almendras laminadas se queman con facilidad, no te separes del horno para ver su evolución, cuando tengan un tostado agradable ya puedes retirarlas. Si no quieres prepararlo todo el mismo día, puedes hacer la buttercream y la crema de yema el día anterior y guardarlas tapadas con papel film en el frigorífico. Guarda la mona una hora en la nevera antes de servirla, para que adquiera consistencia.