Sfogliatella, el dulce con hojaldre napolitano ¡que se deshace en la boca!

Si te apasiona el hojaldre y te encantan los bollos rellenos, te enamorarás de la sfogliatella. Se trata de un dulce crujiente y sedoso originario de Nápoles, por el que merece la pena una escapada al sur de Italia. ¡Te contamos cómo hacerlo en casa!

Marta Sánchez
Marta S. Galindez

Colaboradora

sfogliatella riccia
Davide / Pixabay

La sfogliatella es un dulce muy especial. En él se suma el crujiente del hojaldre más fino y un relleno de crema con ricota y fruta confitada, irresistible. Su nombre viene del italiano pasta sfoglia (pasta rizada), y hace referencia a las crestas que forma el hojaldre donde se esconde la crema.

¿Qué es Sfogliatine?

Hay dos tipos de sfogliatella: riccia, rizada y crujiente, y frolla, lisa y suave. La más popular es la primera, y no es de extrañar; la combinación entre finísimas capas de hojaldre y la untuosa crema de queso cuenta con millones de fans.

¿Quién inventó la sfogliatella?

Al parecer, la receta nació en un convento de clausura de la ciudad de Salerno, a principios del siglo XVII. Una de las monjas decidió innovar sobre una receta clásica de la época que se preparaba con leche y almendras, añadiendo una envoltura de hojaldre de manteca y vino y mejorando el relleno con ricota, frutas secas y licor de limón.

Dos siglos después, un descendiente de las monjas volvió a retocar la receta: hizo la masa más fina y modernizó el relleno. Y esta es la versión de la sfogliatella que hoy conquista a los amantes del dulce de todo el mundo. ¡Te contamos cómo prepararla!

Sfogliatella Riccia
Para 20 unidades
Ingredientes

Para la masa:

  • 500 g de harina de fuerza
  • 1 vaso de agua
  • 2 cucharadas de miel
  • 1 pizca de sal
  • 150 g de manteca de cerdo

Para el relleno:

  • 140 g de sémola de trigo duro
  • 140 g de queso ricota
  • 150 g de azúcar
  • 1 huevo
  • 45 g de naranja confitada
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 pizca de canela
  • 1 pizca de sal
Paso a paso
  1. Prepara la masa

    En un bol, mezcla con las manos la harina, el agua, la sal y la miel hasta obtener una masa compacta y uniforme. Espolvorea la encimera con harina y estira la masa para formar una plancha. Pincela la superficie con manteca de cerdo, cubre con papel film y deja reposar 3 horas a temperatura ambiente.

  2. Estira la masa y ponla a reposar

    Transcurrido el tiempo, estira la masa todo lo que puedas. Si tienes una máquina para hacer pasta, genial; si no, usa el rodillo hasta que se vuelva ligeramente traslúcida. Enróllala sobre sí misma y pincela de nuevo con manteca de cerdo. Ponla en un bol grande y métela en la nevera durante 24 horas.

  3. Prepara el relleno

    Pon el agua y la sal a hervir. Cuando entre en ebullición, añade la sémola y cocina a fuego medio 5 minutos. Deja enfriar. Cuela la sémola y mézclala con el queso, el huevo y el azúcar hasta obtener una masa suave. Añade la naranja, la vainilla y la canela, y refrigera la mezcla durante 4 horas.

  4. Haz conos con la masa y rellénalos

    Al día siguiente de prepararla, saca la masa del frigo y córtala en rodajas de 1 cm de grosor. Aplana cada rodaja y dales forma de cono. Con una manga pastelera, rellena los conos con la crema fría y ciérralos.

  5. Hornea la sfogliatella y decórala

    Precalienta el horno a 180°. Pon los conos rellenos en una placa de horno, sobre una hoja de papel encerado. Hornea durante 30-35 minutos, sácalos y ponlos sobre una rejilla para que se enfríen. Puedes presentarlos espolvoreados con azúcar en polvo o bañados con un hilillo de miel, de chocolate...

Y si quieres variar el relleno... ¡Más ideas!

Haz una crema de queso mezclando mascarpone, yogur griego, azúcar glas y frutos rojos. La sfogliatella también queda deliciosa con chocolate: puedes utilizar la crema de estos profiteroles rellenos de trufa. ¡Anímate a preparar estos hojaldres para tu próxima merienda!