Esta receta demuestra que incluir una mayor cantidad de verduras en nuestra dieta es facilísimo. Tan solo tenemos que cocinarlas con una proteína que nos guste y nos resulte sencillo de comer, en este caso muslos de pollo . Combinando ambos tipos de ingredientes conseguimos platos sanos, ricos y sencillos de realizar que gusten a toda la familia. Y es que, el paso a paso para elaborar estos muslos de pollo a la jardinera no tiene ningún tipo de complicación. Solo hay que pelar y trocear bien el calabacín, las zanahorias, la cebolleta y luego los champiñones . Se rehoga todo junto sobre una base de aceite (cuanto menos pongas, más ligero resultará el plato así que mejor no pasarse). Luego se marcan los muslos en una sartén y se incorporan al guiso junto con la cerveza. Si vas a hacer este plato para niños o embarazadas puedes prescindir de la cerveza cambiándola por caldo de pollo o verduras y dándole un toque ácido con un poco de vinagre de manzana. Y es que, aunque la mayoría del alcohol se evapora mejor no arriesgar en estos casos. Ya solo queda esperar a que se cocine todo y servir. ¡No tiene ninguna dificultad! Consejos: Antes de cocinar los muslos úntalos con un majado de aceite, tomillo, ajo, sal y pimienta y déjalos macerando durante 1 hora. Los muslos quedan muy jugosos en este tipo de preparaciones pero es cierto que cocinarlos lleva más tiempo que si elegimos otra pieza de pollo diferente. Por ejemplo, los contramuslos deshuesados son una estupenda idea que podemos cocinar enteros o ya cortados en trocitos. Si te sobra parte del guiso (siempre puedes hacer de más para solucionar otra comida) puedes transformarlos en unas fajitas de pollo. Desmiga la carne de los muslos y añade unas especias (jengibre, cilantro y comino, por ejemplo). Sírvelo en unas tortillas de trigo o maíz acompañadas de guacamole y pico de gallo.