Gambas al ajillo: un entrante de lujo que puedes preparar con antelación

Pocas maneras hay más fáciles de cocinar unas gambas. Al menos, de cocinarlas unas horas antes de servirlas. Con esta receta de gambas al ajillo quedarán gustosas y jugosas.

Gambas al ajillo
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Marina Blanco, colaboradora de Cocina Fácil
Marina Blanco

Colaboradora de Cocina Fácil

Más cosas a su favor: puedes prepararlas unas horas antes y calentarlas en el último momento. De hecho, hacerlo así es práctico y aconsejable, porque las gambas cogerán más el sabor del aceite con ajo y guindilla y estarán más sabrosas. Pero controla muy bien el punto de cocción y déjalas casi crudas en el cocinado, al calentarlas se acabarán de cocer pero no se resecarán.

Para hacer las gambas al ajillo se suele decir que cada maestrillo tiene su librillo, y es que pueden prepararse de muchas maneras diferentes y de todas ellas obtener una receta riquísima. Un platillo que puede servir de entrante para una cena festiva o un aperitivo en el centro de la mesa a modo de tapa.

¿Qué gambas escoger para hacer gambas al ajillo?

El secreto para que siempre aciertes es sin duda la calidad de los ingredientes. Si puedes permitirte unas gambas frescas, muchísimo mejor. Pero también puedes preparar esta receta con gambas congeladas, siempre que sean de buen tamaño y calidad. Puedes utilizar gambas blancas o gambas rojas. Y también gambones congelados de buena calidad.

El aceite, esencial que sea de oliva virgen extra suave. El ajo debe quedar bien doradito pero sin quemarse para que no aporte sabores desagradables. El resultado debe ser una gamba jugosa, en aceite de oliva, con los matices provenientes de la mezcla del marisco junto con el ajo y la guindilla.

¿Cuántas gambas por persona?

Es difícil concretar, porque las cantidades pueden variar mucho en función de las personas, del tamaño de las gambas y también del resto de platos que prepares. Si las gambas son un platillo más dentro de un aperitivo, calcula 2 o 3 por persona.

Si preparas esta receta como primer plato o entrante, deberás poner mínimo 6 gambas por persona. En nuestra receta hemos utilizado 1 kg de gambas frescas (es decir, 250 gramos por comensal), pero esta es una ración muy completa, pensada como plato principal.

La receta más sencilla para hacer gambas al ajillo

Gambas al ajillo
Para 4 personas
Ingredientes
  • 1 kg de gambas frescas grandes
  • 10 dientes de ajo
  • 2 guindillas cayena
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal
  • Pimienta
Paso a paso
  1. Aromatiza el aceite

    Pela y lamina los ajos. En una sartén o un cazo pequeño, vierte una buena cantidad de aceite de oliva virgen extra. Añade el ajo laminado y las guindillas, y cocínalo todo a baja temperatura durante 10 minutos. El aceite absorberá todos los aromas pero evitarás que el ajo se queme y aparezcan esas indeseables notas amargas.

  2. Pela las gambas y retira los intestinos

    Mientras el aceite se va confitando, pela las gambas cuidadosamente, y con ayuda de un cuchillo pequeño que tenga la punta bien afilada, retira el intestino haciendo un corte superficial a lo largo del lomo de las gambas. Retira el hilillo negro que lo recorre, tirando suavemente de él. No tires las pieles y cabezas de las gambas, te pueden servir para preparar un buen fumet. Si no las vas a usar enseguida, congélalas.

  3. Cocina las gambas

    Lava las gambas para eliminar restos de impurezas, sécalas bien y salpimiéntalas. Calienta el aceite. Sumerge las gambas en el aceite tan solo unos segundos, no necesitarán más tiempo, ya que el aceite estará bien caliente. Hazlo por tandas, así quedarán jugosas sin llegar a estar demasiado blandas.

  4. Sirve las gambas

    Sirve las gambas al ajillo en cazuelitas individuales, con su aceite de cocción, los ajos y las guindillas. También puedes espolvorear un poco de perejil fresco picado.

Trucos para que las gambas al ajillo te queden de 10

  • Pelar las gambas y aromatizar el aceite con ajo y guindilla son las partes de la receta que necesitan algo más de tiempo. Si no quieres tener que calentar las gambas en el último momento, puedes hacer toda la preparación antes y cocinar las gambas al final. Como solo necesitan unos segundos para estar al punto, es muy rápido.
  • Si te molesta encontrar el ajo a la hora de comer las gambas, tienes varias opciones. Puedes retirarlo una vez hayas aromatizado el aceite. O puedes dejarlo entero (aplástalo con la lama de un cuchillo ancho para liberar sus aromas) para poder "localizarlo" mejor después.
  • Si te gusta mucho el picante, corta las guindillas antes de añadirlas al aceite. Las semillas son una de las partes que más picor aporta, tenlo en cuenta. Si quieres un picor suave, déjalas enteras.

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