San Valentín en Irlanda

Kerrygold te propone celebrar el día de los enamorados con unas galletas de jengibre y mantequilla en forma de corazón.

Galletas Kerrygold
Kerrygold
Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de CocinaFácil.com

¿Quién fue San Valentín y por qué celebramos el día de San Valentín?

Todo comenzó con un médico italiano convertido en sacerdote llamado Valentín, que murió en el 270 d.C., aunque se desconoce su fecha de nacimiento.

El día de San Valentín es una oportunidad para regalar dulces, flores, tarjetas y poemas a tus seres queridos. Pero esta festividad tiene sus raíces en la historia y tiene vínculos directos con Irlanda.

Valentín, que vivía cerca de Terni, se convirtió más tarde en el santo patrón de los enamorados, y sus restos ahora se encuentran en la iglesia Whitefriar en el centro de la ciudad de Dublín.

Cuando estaba vivo, Valentín realizó bodas para parejas jóvenes a las que se les prohibió casarse entre sí. Cuando el emperador Claudio II descubrió que había sido desafiado, Valentín fue encarcelado. Mientras estaba en la cárcel, Valentín continuó ayudando a otros, dando clases particulares a la hija ciega de su carcelero.

A pesar de esto, fue condenado a muerte por negarse a renunciar a su fe, pero antes de su ejecución, Valentín envió una nota de amor a la hija de su carcelero. Firmó la nota, "De tu Valentín", y la leyenda cuenta que la hija ciega ganó milagrosamente la vista para poder leer la nota ella misma. De ahí surgió la tradición de regalar tarjetas el día de San Valentín.

¿Y qué tiene que ver San Valentín con Irlanda?

Los restos de San Valentín se dirigieron a Dublín después de que el Papa Gregorio XVI se los entregara al Padre Spratt, un sacerdote carmelita irlandés. El Papa Gregorio quedó impresionado por los discursos del Padre Spratt, quien había estado usando su encanto irlandés para convencerlo de que desenterrara los restos de San Valentín. El Padre Spratt planeaba hacer de los restos de San Valentín un regalo para sus compatriotas irlandeses. Se dice que el ataúd contiene los restos de Valentín y un vaso empapado en su sangre, aunque el ataúd nunca se ha abierto.

Cada Día de San Valentín, los irlandeses que buscan el amor verdadero acuden al sitio para orar en busca de ayuda para encontrar a alguien especial.

El 14 de febrero se destinó al Día de San Valentín después de que el cristianismo reemplazara el antiguo ritual romano de Lupercalia, que se celebraba el 15 de febrero.

Qué mejor que demostrar a tu Valentín o Valentina lo mucho que le quieres con una receta con la mantequilla más pura de las praderas Irlandesas, Kerrygold. Como estas deliciosas galletas de jengibre con forma de corazón.

La receta de galletas de jengibre con mantequilla irlandesa Kerrygold

Esta es la receta básica para realizar tanto galletas como casitas de jengibre. Luego sólo dependerá de la forma en que las cortes y decores.

Galletas de jengibre
Ingredientes
  • 4 tazas de harina
  • 1 cucharada de levadura en polvo
  • 1 cucharadita de jengibre molido
  • 2 cucharaditas de canela molida
  • 1/4 cucharadita de clavo molido
  • 1 taza de mantequilla Kerrygold sin sal o con sal (según gusto) a temperatura ambiente
  • 1 taza de azúcar moreno
  • 1 huevo grande
  • 1/2 taza de miel o melaza
Paso a paso
  1. Mezcla los ingredientes secos

    En un bol, mezcla bien los ingredientes secos, es decir, la harina, el jengibre, la levadura, la canela y el clavo.

  2. Bate la mantequilla con el azúcar

    En otro bol, mezcla y bate la mantequilla Kerrygold, que estará a temperatura ambiente, con el azúcar hasta que éste se disuelva completamente.

  3. Añade la miel, el huevo y la harina

    Incorpora la miel o melaza y el huevo, y finalmente agrega la mezcla de la harina con las especias. Trabaja la mezcla hasta conseguir una masa lo más homogénea posible. Si te queda excesivamente pegajosa puedes incorporar algo más de harina hasta que quede más firme y manejable (pero no pongas demasiada harina o las galletas quedarán demasiado duras al hornearlas).

  4. Reserva la masa

    Coloca la masa en una bolsa de plástico sellable o en un recipiente de plástico hermético. Resérvala en un lugar fresco, pero no en la nevera, durante al menos 2 horas (máximo 6 horas). O refrigera la masa durante un máximo de 3 días, y llévala a temperatura ambiente antes de usarla.

  5. Estira la masa

    Estira la masa directamente sobre papel de horno para que no haya deformaciones cuando transfieras la masa a la bandeja de horno. La masa es pegajosa. Se puede extender con el rodillo entre dos hojas de papel sulfurizado y luego congelarla antes de cortar las galletas con el molde.

  6. Corta las galletas

    Ahora llega el momento de cortar tus galletas de jengibre y darles forma de corazón, o de casita de jengibre o de muñeco de jengibre...

  7. Hornea las galletas

    Hornea en el horno precalentado a 180º durante 11-15 minutos si son galletas de gran tamaño, o entre 6-8 minutos para piezas pequeñas como estos corazones. Sabrás que están hechas cuando los bordes empiecen a verse tostados. Vigila bien las primeras para saber cuánto tiempo tienes que dejarlas porque dependerá mucho del grosor de la galleta y de la potencia de tu horno.