Ideal para tomar en plan tapita, acompañado con un buen trozo de pan para mojar en la deliciosa salsa de tomate , o en una comida de diario con patatas o cualquier verdura, el magro de cerdo es una auténtica delicia para el paladar. Tras su cocción, que debe ser larga y a fuego muy lento, queda suave, jugoso y con una carne tan tierna que se deshace en la boca. Las patatas que lo acompañan se rellenan de puré para gratinar luego. También podrías presentarlas con unos copetes de puré al lado. Si quieres preparar el puré de patatas como un auténtico chef, mira nuestro vídeo: