Con una textura cremosa y un sabor exquisito, el ajoblanco es un plato muy sencillo de hacer que suele gustar a todo el mundo. Además, es ideal para servir en cualquier celebración ya que, al prepararse con antelación, lo puedes tener listo en la nevera hasta el momento de llevar a la mesa. Así tendrás más tiempo para realizar las otras elaboraciones. En esta ocasión, lo acompañamos con almendras picadas y daditos de pan frito, pero también puedes añadir uvas , bolitas de melón o, incluso, gambitas salteadas. Más entrantes de fiesta