Las rosquillas son un dulce tradicional en toda España y aunque se preparen durante todo el año, en Semana Santa se multiplican, al igual que otros muchos dulces fritos como son los buñuelos , las torrijas , las filloas ... Para no recurrir a las de siempre, hoy te presentamos una alternativa que te va a encantar: unas rosquillas de flan , un dulce esponjoso , sencillo y espectacular . Además, estos días en familia puedes aprovechar para que se animen los más pequeños de la casa a participar en la preparación, ¡les va a encantar! Necesitas poco tiempo y pocos ingredientes, todos ellos básicos y baratos. Solo necesitas huevos, preparado para flan, polvo para hornear, harina, azúcar, aceite y canela para conseguir unas rosquillas de flan deliciosas . Rosquillas de flan Para 4 personas Ingredientes 1 huevo 1 sobre de preparado para flan 20 mililitros de leche 10 gramos de polvo para hornear 400 gramos de harina 50 gramos de azúcar Aceite de girasol Azúcar Canela Paso a paso Empieza a preparar la masa Empieza vertiendo en un bol amplio un huevo, la leche, el aceite y el azúcar. Mezcla bien ayudándote de unas barillas. Después añade el sobre de preparado para flan y también el polvo para hornear, mezcla de nuevo hasta que la masa consiga consistencia. Amasa la masa Sin dejar de remover, ve añadiendo la harina muy poco a poco, de cucharada en cucharada. Añade harina hasta conseguir una masa manejable (unos 400 gramos de harina aproximadamente. Pasamos la mezcla a una superficie enharinada y ama. Damos forma a las rosquillas Una vez amasada la masa, divídela en porciones y dales forma de rosquilla una a una. Fríe y reboza las rosquillas Fríe en aceite de girasol muy caliente las rosquillas por los dos lados. Cuando estén doradas retíralas y déjalas reposar sobre papel absorbente pare retirar el exceso de aceite y cuando se hayan atemperado, reboza una a una las rosquillas en una mezcla de azúcar con canela. ¡A disfrutar! Consejo para tus rosquillas Para conseguir un resultado súper esponjoso y delicioso, te recomendamos poner harina especial para bizcochos. Gracias a su textura más fina, ayuda a dar más esponjosidad a la masa.