Disuelve la levadura con un poco de agua templada. Forma un volcán con los 250 gramos de harina sobre la mesa de trabajo y añade en el centro la sal, el azúcar, la levadura disuelta y el aceite. Mezcla los ingredientes con los dedos, añadiendo poco a poco el agua tibia restante. Continúa amasando con las manos hasta lograr una masa suave y elástica. Disponla en un cuenco amplio, tápala con un paño limpio y deja reposar en un sitio templado durante 1 hora, aproximadamente, hasta que doble su volumen. Luego, extiende la masa sobre la mesa de trabajo ligeramente enharinada para formar un disco de unos 5 mm de grosor. Colócalo en la bandeja del horno, sobre papel sulfurizado. Limpia los champiñones y córtalos en láminas. Distribuye el tomate sobre el disco de masa, reparte encima la mozzarella rallada y añade los champiñones y las aceitunas negras. Introduce la pizza en el horno, precalentado a 250°, y cuécela durante 12-15 minutos, hasta que la masa se dore. Retírala del horno, agrega el jamón cortado en lonchas pequeñas y espolvorea el tomillo y el orégano. Sírvela caliente.