No hay ensalada más fácil, sabrosa y rápida de preparar. Con un pimiento asado, una cebolleta o cebolla tierna y un huevo duro montas un primer plato o una cena ligera en un pispás. Y además de cuidar tu estómago, sigues la tradición de preparar recetas de toda la vida, de la abuela . Porque el zorongollo es un plato tradicional extremeño que, con ingredientes muy básicos, ha ido pasando de generación en generación. Es mejor utilizar cebolla tierna que cebolla, pues tiene un sabor más delicado. Y si quieres rebajar un poco su sabor, déjala en remojo con un poco de sal durante unos minutos. Por supuesto, unos pimientos asados caseros marcan la diferencia (y si están hechos a la brasa, con ese toque ahumado, aún más), pero si vives con prisa, un pimiento asado de tarro también te sacará del apuro. Solo te quedará cocer el huevo . Recuerda: no más de 8 minutos para que quede perfecto su punto de cocción. Si te pasas, empezará a coger ese color verduzco-grisáceo y alterarás un poco su sabor. El toque final, si quieres, es añadir al zarangollo un poco de atún en conserva de aceite, o bonito, y unas aceitunas rellenas . Pero esto es opcional, el zarangollo clásico solo lleva pimiento, huevo y cebolleta, bien aliñados con un chorro de aceite de oliva virgen extra y sal. ¡Ah! No te olvides de comprar pan, porque lo necesitarás...