Muy apreciados por los cocineros y los comensales, los chipirones no dejan de ser calamares pequeñitos . A la hora de limpiarlos, tira de los tentáculos para extraer todas las tripas y la jibia. Luego, solo te quedará darles la vuelta, con la ayuda del dedo índice, para eliminar restos de arenilla que hayan podido quedar en su interior. Respecto a la telilla oscura que los envuelve, puedes sacarla o dejarla, es cuestión de gusto... Para acompañar a estas delicias del mar, hemos añadido una base de r odajas de calabacín , que primero cocemos un poco para luego saltear y también una vinagreta con pimientitos, cebolleta y aceitunas, con la que se rocía el plato.