Crème brûlée, un postre tradicional francés fácil, delicioso y avainillado

Una de las principales características de la crème brûlée es su cocción en el horno, al baño maría. Escoge la bandeja de horno más honda que tengas, coloca un paño de cocina en la base y sobre él los moldecitos o flaneritas con las cremas. Así no se moverán durante la cocción. Luego, solo te quedará verter el agua y… a hornear.

Sobre el agua, dos consejos importantes. Por un lado, no es necesario que añadas mucha agua, con dos dedos será suficiente. Y, por otro, vigila su nivel durante el horneado. Si ves que se evapora puedes agregar más agua, pero siempre caliente, para no parar la cocción.

Sola o en compañía

Ideal para servir en cualquier situación, ya sea una comida de diario o una celebración, la crème brûlée se suele tomar sola, a cucharadas, pero también la puedes acompañar con unos frutos rojos, solo como decoración o en un bol aparte, que le aportarán un toque refrescante delicioso.

Diferencias entre la crème brûlée y la crema catalana

Aunque ambas son muy parecidas y, a veces, se confunden, lo cierto es que hay bastantes diferencias entre una y otra. La crème brûlée tiene un marcado aroma a vainilla, se hace a base de leche y nata y necesita horno.

En cambio, la crema catalana tiene un sabor predominante a canela y cítricos, se cocina con leche y harina fina de maíz y se prepara en un cazo. Además, es ligeramente más líquida que la versión francesa.