Aunque tengas poca experiencia en la cocina, este plato te va a quedar muy bien. Y es que solo hay que cortar las patatas en rodajas y asarlas en el horno con nata, mantequilla y queso rallado . Así de fácil. A la hora de llevar a la mesa, puedes servirlas en la misma fuente o, si quieres, una presentación más festiva, formar unos pequeños cilindros con la ayuda de un aro de repostería .