Las reveladoras cartas que Alfonso Basterra y Rosario Porto escribieron tras ser condenados por el asesinato de su hija Asunta

Diez años después de entrar en prisión, Alfonso Basterra ha emitido una nueva carta al creador de 'El caso Asunta' de Netflix

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Caso Asunta
GTRES

El caso Asunta, uno de los más insólitos de nuestro país, todavía baraja varias incógnitas sobre el crimen que acabó con la vida de la pequeña de 12 años. Los padres adoptivos de la niña, Alfonso Basterra y Rosario Porto, fueron desde el primer momento los principales sospechosos en el caso. Tras las investigaciones policiales y el juicio que dictaminó la sentencia, la expareja fue condenada a 18 años prisión por el asesinato planificado de la pequeña Asunta Basterra de origen chino. Cuando Rosario y Alfonso entraron en prisión se enviaron cartas escritas de su puño y letra. Aunque no revelaron algunas de las incógnitas que todavía existen a día de hoy, expusieron información sobre las relaciones familiares que tenían entre sí. Además, ambos manifestaron sus sentimientos por la pérdida de la niña aun habiendo sido condenados por el asesinato que nunca llegaron a reconocer.

La carta de Alfonso Basterra 

Desde prisión, Alfonso Basterra escribió una carta reveladora dirigida a Rosario Porto, a la que tuvo acceso en junio de 2015 'Antena3', donde emitía numerables amenazas de quitarse la vida y de acabar con el supuesto asesino de su hija adoptiva con un tono nostálgico. "Cuando se conozca el nombre sus asesinos, de quien cometió tan horrendo e injusto crimen será cuando Alfonso Basterra ofrecerá esta vez sí un motivo más que suficiente a la justicia para encerrarme de por vida en prisión, imagínate por qué", escribió. El escrito está lleno de palabras de amor y cariño a la pequeña Asunta.

"Jamás podré perdonar a quien me la arrebató, a quien le privó de la posibilidad de crecer, de llegar a ser una mujer de un futuro profesional llamado al éxito, de poder encontrar la felicidad junto a alguien con quien compartir su ida y que yo ya anciano habría visto cumplida mi labor de padre", relata. En el escrito, Alfonso Basterra señaló al juez y al fiscal y los calificó de incompetentes. "No han hallado una sola prueba que me incrimine, les impide reconocer su error cuando decretan mi entrada en prisión acusado de un crimen que ni planifiqué, pero que, para mi desgracia, nunca imaginé que podría suceder, no te negaré que existe un punto de odio hacia el juez y el fiscal pero no por haberme enviado a prisión como podrían suponer y pese no haber hecho nada como cuidarla y quererla sino por haberme acusado de hacerle daño, esto último es lo que jamás le perdonaré", explica Alfonso en el escrito.

Además, en la carta que Alfonso Basterra escribió de su puño y letra desde prisión, dedicó unas palabras a su padre, Ramón Basterra, y le pide que su vida en prisión no le cause dolor. "No sufras por mí, ya que en todo momento estoy y siento la compañía y el apoyo de Asunta que vela por mí y es quien logra que ese calvario que padezco sea llevadero, si bien fue ella y no yo la que sufrió la peor parte".

La carta que escribió Rosario Porto a Ramón Basterra 

Desde prisión, Rosario Porto respondió a las cartas a Alfonso Basterra a las que tuvo acceso en 2014 'Antena3' que, además de expresar desolación por la muerte de la pequeña Asunta, atacaban a Ramón Basterra, el padre de Alfonso, como principal protagonista de los escritos. "Lo primero que he de manifestarte es mi profundo dolor y amargura por tener que escribirte esta carta y no solo por lo que a continuación describiré, sino y sobre todo por la irreparable pérdida de mi querida hijita", señala en el escrito de su puño y letra. Las palabras que Rosario dedica a Ramón son directas y duras.

"He dudado mucho si apelar o no a tu conciencia, aunque dudo que la tengas. Es increíble que tengas el valor de reivindicarte como abuelo amantísimo cuando jamás ejerciste como tal", explica. Rosario Porto asegura en las cartas que Ramón no llamó ni una sola vez a Alfonso cuando viajaron a República China para traer a Asunta. Señala que la niña tampoco recibió "ni un en todos sus años de vida por su santo o cumpleaños". Por el contrario, Ramón Basterra respondió en televisión a estas cartas que él se interesaba por la familia y hablaba con ellos por teléfono todas las semanas, aunque no podría viajar a Santiago de Compostela por los problemas de salud que sufre. Rosario Porto claudica el tajante mensaje a Ramón Basterra hablando sobre lo bondadosos que fueron sus propios padres.

"Afortunadamente, Alfonso tuvo la enorme suerte de contar, más que con unos suegros, con unos excepcionales padres adoptivos. Mis padres le acogieron como un hijo y Alfonso les correspondió como tal. Él mismo me manifestó multitud de veces la suerte que había tenido de tener unos verdaderos padres al no haber podido sentirte ni considerarte como tal y sí tuvo mucha suerte frente al p��simo ejemplo que diste a tu hijo de auténtico parásito social, vago y con pretensiones de gran familia", señala en el escrito.

La carta de Alfonso Basterra al creador de 'El caso Asunta'

Once años depués, Netflix ha lanzado una miniserie documental que desarrolla en seis episodios la cronología del caso y el modus operandi de la investigación del crimen. 'El caso Asunta' se lanzó en la plataforma de streaming el pasado 26 de abril y, como consecuencia, Alfonso Basterra se ha manifestado a través de una carta que ha enviado al productor y responsable de la miniserie, Ramón Campos. 

"Estimado señor Campos. En cartas anteriores le he transmitido la rabia y la ira que lleva destrozándome y devorándome desde hace tres años. Rabia e ira hacia el juez instructor, hacia el fiscal, los abogados de la acusación particular, los medios de comunicación y, muy particularmente, hacia la persona que acabó con la vida de mi niña. Pero estos sentimientos me llevarían indefectiblemente hacia la locura y la autodestrucción y eso es algo que no puedo ni debo tolerar, porque abandonaría la esencia de mi yo, del que algo aún queda y acabaría derrotado por fuerzas ajenas a mí.

De modo que tras mucho pensar, he entendido que el perdón es mi camino. La única forma posible de mantenerme en mi camino y sortear este gran reto que el destino me ha puesto. Puede que no se lo crea, pero después de muchas horas de meditación considero que este nuevo rumbo es, además del acertado, el definitivo. No puedo volver a caer en episodios de cólera como los que he vivido

Es más, he llegado a la convicción de que todos ellos actuaron bajo un signo profesional del que estaban convencidos y con arreglo a la más pura de las éticas. Equivocados totalmente, pero sin saltarse la ley y sin ánimo alguno de condenar por condenar. Se sorprenderá, pero cuando dentro de seis años, como mínimo, tenga el tercer grado en lugar de asesinar a los citados, como en tantas ocasiones imaginé, lo que realmente deseo es sentarme en una cafetería con ellos y debatir, si lo desean, lo que fue aquel juicio.

Pero lo que nunca haré será exigirles perdón, todo lo contrario, seré yo quién les ofrezca mis disculpas por tan terribles pensamientos surgidos de una locura inimaginable que no deseo a nadie. Y por la misma razón haré lo propio con el asesino o asesina de mi niña, porque ahora sí, estoy convencido de que su acción fue fruto de esa locura, ya que nadie en pleno uso de sus facultades mentales cometería una monstruosidad como esa. Para terminar le haré una confesión: cuando recupere mi libertad, tengo el firme propósito de desaparecer, nadie volverá a saber de mí, ni tan siquiera Rosario Porto.

Solo tengo una razón para seguir con vida, que no es otra que volver a ser un hombre libre y reunirme con mi niña, nunca antes. De hecho ya tengo pensado el cómo y el dónde, tan solo me falta el cuándo pero todo llega. Mi verdadera condena no es la prisión, señor Campos, sino no haberla podido socorrer cuando más me necesitó. Eso es algo que nunca me podré perdonar. Así que cuando conozcan mi fallecimiento le ruego que descorche una botella de cava y brinde con los suyos, solo en ese momento comprenderá que he recuperado mi felicidad. Mi niña me necesita y yo a ella. Atentamente: Alfonso Basterra Camporro".

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