Sobreprotectora y "actriz que hace teatro delante de tus narices", así califica Aless Lequio a Ana Obregón en su libro

'El chico de las musarañas', el libro póstumo de Aless Lequio que Ana Obregón ha terminado es una auténtica caja de sorpresas. Y, por fin, hemos podido conocer la faceta de la actriz como madre y cómo el joven se dirigía a ella

estefanía definitiva
Estefanía Fernández

Redactora digital de RBA

Ana Obregón y Álex Lequio
GTRES

El pasado miércoles 19 de abril, vio la luz 'El chico de las musarañas', el libro que Aless Lequio comenzó en vida y que Ana Obregón (68 años) se encargó de terminar tras su fallecimiento a consecuencia del cáncer. Este proyecto ha generado un auténtico revuelo y en él hemos podido encontrar los relatos más sorprendentes de todos. Como por ejemplo, la carta que Aless escribió y que más dolerá a Carolina Monje (su pareja de por aquel entonces) y en la que insinúa que no estaba enamorado completamente de ella: "Sé que no eres el amor de mi vida, porque serías la vida entera. Porque seríamos uno. Porque sería para siempre", reza el escrito que tantos comentarios ha generado.

Sin embargo, hay otro detalle muy destacado del libro, y es la manera en la que Aless Lequio se dirigía a Ana Obregón. Unos apelativos que han llamado la atención de todos los lectores.

"Mi madre es una actriz que hace teatro delante de tus narices"

A pesar de su fallecimiento en mayo de 2020, Aless Lequio está más de actualidad que nunca debido al nacimiento de Ana Sandra, su hija biológica, y también por el lanzamiento de su libro. Una oportunidad de oro en la que ha dejado plasmado para siempre la forma que tenía de llamar a su madre. "Mi madre es actriz, de las que han peregrinado en Hollywood, de las que nunca dejan de trabajar, de las que hacen teatro delante de tus narices y te regatean sin darte cuenta", cuenta el hijo de Alessandro Lequio.

Además, se ha explayado sobre cómo eran las conversaciones que tenía con su madre y como, de alguna manera, Ana Obregón le reprochaba el poco tiempo que le dedicaba:"Los primeros 15 minutos de cualquier conversación con mi madre están ocupados por su monólogo habitual de apreciaciones que sientan como un hielo en la espalda", ha seguido relatando dejando claro que la bióloga es una madre exigente.

El intento de suicidio de Ana Obregón

La expareja de Alessandro Lequio ha querido dejar al descubierto el momento exacto en el que decidió quitarse la vida tras perder a su hijo, una etapa de oscuridad absoluta en su vida en el que estaba dispuesta a acabar con todo ya que no soportaba la idea de vivir sin Aless al lado: "Salí al balcón. Un séptimo piso, la decisión era firme. Me empiné sobre la barandilla que no era muy elevada. Saltar hacia el abismo era mi única opción para seguir viviendo”, escribe Ana Obregón en 'El chico de las musarañas'.

Así ha relatado Aless Lequio su lucha contra el cáncer

Este libro póstumo ha servido, también, para saber de primera mano cómo Aless vivió su lucha contra el cáncer, el sarcoma de Ewing. El hijo de Ana siempre se ha caracterizó por ser una persona con humor y mucha fuerza, cualidades que le han ayudado a plasmar su batalla contra esta enfermedad que tantas vidas se cobra día a día y las sensaciones que experimentó antes del fatídico desenlace.

"Son sensaciones que te dejan inmóvil, y, si quieres, te lanzan fuera del cuerpo, y cuando me refiero a fuera del cuerpo, me refiero a que sales del cuerpo literalmente y dejas de ver, simplemente percibes sin saber muy bien cómo ni por qué pero percibes algo. Algo superior. El cuerpo es sabio y te prepara para todo, incluso la muerte. Es lo más extraño que he sentido en mi vida", se puede leer en 'El chico de las musarañas'.

Sus deseos de ser padre

La llegada al mundo de Ana Sandra, su hija biológica, por gestación subrogada ha generado un auténtico terremoto mediático. Y Ana Obregón ha dejado claro, una y otra vez, que lo único que le importa es el bienestar de la bebé y haber cumplido la última voluntad de su Aless: "Mamá, papá... Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo. Prometedme que lo vais a hacer... Por favor", con esta frase, el joven pidió a sus padre tener descendencia.