Supervivientes: Rocío Flores y el propósito desesperado de su participación que apunta directamente a su madre

Rocío Flores lo ha repetido por activa y por pasiva: no fichó por 'Supervivientes 2020' por el dinero y la fama, sino para vivir la experiencia. Una aventura que está resultando catártica, como era de esperar. La joven no está esquivando los momentos más incómodos que tienen normalmente el mismo origen: la guerra que mantienen sus padres y el conflicto con su madre.

Su círculo cercano y después ella en una llamada telefónica en directo han confirmado los muchos intentos de hablar que ha emprendido durante todo este tiempo con el fin de hablar con su madre. Pero siempre ha obtenido la misma respuesta: el silencio.

Interpelada por la cuestión de que su hija sea el fichaje estrella de 'Supervivientes', Rocío Carrasco respondía irónica: "¿Eso lo echan en Netflix?". Una actitud que molestó enormemente a su hija y a su padre, Antonio David Flores. Esa indiferencia en público hacia su sufrimiento eran demasiado para Ro, quien sin embargo, consciente o inconscientemente, sentía que no hay maquinaria más potente que el reality: la va a tener que escuchar (y va a tener que escuchar noticias de ella) lo quiera o no.

Las confesiones que está haciendo la joven desde la isla no parecen apuntar a un intento de advertir a su madre sobre los secretos que podría sacar a la luz, sino más bien de buscar la manera de que sus dolores conecten y las acerquen. Una medida desesperada que, en caso de funcionar, podría allanar el camino a una situación que todo su entorno está deseando que suceda: que acaben, sino haciendo las paces, sí entendiéndose. Pero para eso hace falta perdón por ambas partes. ¿Conseguirán materializarlo?

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