Mucho ha cambiado la vida de Jessica Bueno desde que decidiera romper su relación sentimental con Kiko Rivera. Sin embargo, los problemas con el hijo que tiene en común con el DJ, sumado a su nueva maternidad con el futbolista Jota Peleteiro, hacen que la modelo siga siendo foco mediático.
La vida profesional de un futbolista es muy inestable y para poder mantener a la familia unida solo queda aceptar el carácter nómada y cambiar de residencia cuantas veces cambie de equipo. Eso es lo que le ha pasado a Jessica Bueno. No obstante, los problemas por este motivo no pasan desapercibidos y los comienzos del año 2017 han venido cargados de nuevas dosis de ellos.
Jota Peleteiro acaba acaba de regresar a Brentford tras unos meses cedido en el Eibar, por lo que todo el mundo esperaba un nuevo cambio de residencia de Bilbao a Londres, donde el matrimonio ya se instaló en 2015. Algo que a Kiko Rivera le sentó como un jarro de agua fría ya que los kilómetros que separan Sevilla de la ciudad del Támesis dificulta sus visitas al pequeño.
Sin embargo, el futbolista ha hecho las maletas solo. Mientras que el joven se está adaptando a su nueva estancia en la capital británica, Jessica lleva tres semanas haciendo vida normal en el municipio vasco. Si el único motivo de regresar a Bilbao era la cesión al Eibar ¿Cuáles son las verdaderas razones su permanencia en España? Una de ellas podría ser el querer mantener al pequeño en el colegio que ha asistido hasta la fecha. Se trata de un colegio americano donde el nieto de Isabel Pantoja lleva matriculado desde septiembre. No obstante, la edad obligatoria de escolarización no comienza hasta dentro de un año por lo que no habría problema en escoger uno inglés ya que el niño está acostumbrado a la lengua germánica.
Posiblemente, Jessica está esperando una respuesta judicial para saber en qué condiciones puede llevarse a su hijo fuera de nuestro país. Como ya ocurrió hace tiempo, si finalmente decidiera hacer la mudanza, Kiko Rivera conservaría intaco su régimen de visitas, que consiste en disfrutar de su hijo en los fines de semana alternos y sería Jessica, al igual que sucedió la vez anterior, la encargada de traer quincenalmente al menor a España.