Aunque no es una práctica que puede ser llevada a cabo en nuestro país, cada vez son más las celebridades que optan por esta manera de concepción, que, empleando embriones fecundados in-vitro a partir de un óvulo (de la madre o de una donante) y esperma (del padre o de un donante) son gestados en un útero subrogado. Lo que siempre hemos llamado, de manera poco acertada, 'un vientre de alquiler'.
Este tipo de embarazos generan mucha confusión y, dado que las celebridades cada vez se animan más a tener hijos de este modo, conviene que os queden claros algunos puntos.
Lo primero, los hijos nacidos a través de estos embarazos son totalmente biológicos. Se están empleando los gametos de los padres, por lo tanto, su propio ADN en la concepción de ese bebé. Lo segundo, es habitual que recurran a él parejas formadas de hombres dado que ninguno de los miembros tienen útero, pero también hay muchos padres solteros o parejas heterosexuales, que, por problemas para concebir, desean que esta sea la manera en la que vengan al mundo sus hijos.
Encontramos ejemplos de todo lo anteriormente nombrado en los rostros populares cuyos hijos nacieron a través de este sistema. Por ejemplo, Miguel Bosé quería tener una familia y se animó a dar el paso sin tener pareja. Sus cuatro hijos llegaron al mundo a través de un embarazo subrogado, de la misma manera en la fueron concebidos los hijos de Cristiano Ronaldo, Roberto Enríquez, Ricky Martin o Lucy Liu, todos padres y madre que tenían muy claro que para formar familia no hacen falta dos progenitores.
Esperad, porque las parejas y matrimonios a veces también necesitan recurrir a esta moderna forma de embarazo, porque resulta complicado quedarse en estado. Entre las celebridades nos encontramos a Nicole Kidman y Keith Urban, Sarah Jessica Parker y Matthew Broderick o, más cerca nuestra, Tamara Gorro y Ezequiel Garay. Y no nos olvidemos de parejas del mismo sexo, Kike Sarasola y Carlos Marrero, Neil Patrick Harris y David Burtlka, o Elton John y David Furnish, quienes por motivos evidentes no pueden ni gestar ni dar a luz a un pequeño. Todos ellos ha comprobado cómo la moderna ciencia se ponía a su servicio, para hacer realidad uno de sus sueños más antiguos, formar una familia.