Fue el pasado mes de marzo, coincidiendo con el inicio del confinamiento, cuando don Felipe emitió un comunicado en el que anunció su renuncia personal a la herencia de don Juan Carlos y prescindía así de "cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad".
En aquel momento, los focos se pusieron en la princesa Leonor y la infanta Sofía a quien iría dirigida esta millonaria herencia tras la negativa de su padre pero no. Tal y como asegura 'Vanitatis', la princesa de Asturias habría seguido los pasos de su padre y también ha renunciado al patrimonio de don Juan Carlos, una decisión propia de la Institución con el único objetivo de desligarse por completo de los escándalos financieros de su abuelo y preservar así la continuidad de la Corona.
Resulta llamativo que la última imagen pública que existe de nieta y abuelo se remonte a dos años atrás, en concreto al 6 de diciembre de 2018 correspondiéndose con el 40 aniversario de la Constitución y en el que la primogénita de los Reyes era todavía una niña. La distancia entre Leonor y don Juan Carlos es la prueba de la enorme grieta que existe entre ellos, algo que se hizo más evidente con su llamativa ausencia en un día tan importante como el debut de Leonor en los Premios Princesa de Asturias, en octubre de 2019.
No es ningún secreto que don Juan Carlos siente predilección por Victoria Federica y Froilán, quizás porque son más mayores y ha pasado más tiempo con ellos o también porque los hijos de la infanta Elena comparten muchas de sus pasiones. Ahora, la realidad es otra y Leonor y Sofía han vivido la etapa más oscura del emérito, de ahí que sus muestras de cariño públicas hayan sido más bien escasas.
Con don Juan Carlos en Abu Dabi (Emiratos Árabes) es todo un misterio si abuelo y nieta volverán a compartir tiempo y espacio, una imagen que, una vez más, sería histórica.