En el verano de 1997 conocí a Alejandro Rubio y la verdad es que fue un flechazo. Nos presentaron unos íntimos amigos de él que, actualmente, siguen formando parte de mi día a día. Recuerdo que el 31 de agosto de ese año, fecha de mi cumpleaños, falleció Lady Di. Era de las pocas veces que me quedaba en casa de Alejandro y tuve que irme a la tele para realizar un especial. Ese día por la noche, me regaló un anillo muy especial que, por cierto, lleva puesto mi hija, Alejandra. No me pidió matrimonio, pero enseguida hablamos de boda. Yo quería casarme el mes de diciembre del 97. En esa época me encargaron las tardes de Telemadrid. Empezar un programa nuevo de lunes a viernes te exige mucha más dedicación que cuando un programa está más rodado. Eso impidió que pudiéramos casarnos en diciembre, por lo que pospusimos nuestra boda hasta el 14 de marzo de 1998. Mi futuro marido había estado casado anteriormente y tenía un hijo, Sergio.  Su primer matrimonio fue religioso, pero yo quería casarme por la Iglesia y sé que él peleó todo lo que pudo. Cuando era muy difícil conseguir la nulidad eclesiástica, el padre Jesús me dijo: “Cásate, hija, que yo sé que Dios bendice este matrimonio”.

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Boda de Terelu y Alejandro Rubio en Santander
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Alejandro Rubio, Terelu Campos y Alejandra Rubio
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Alejandro Rubio, Terelu Campos y Alejandra Rubio en photocall

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Alejandro Rubio, Terelu, María Teresa, Alejandra

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