Explicar las cosas con sentido del humor suman y, muchas veces, multiplican el efecto al otro lado de la pantalla. Cuando se trata de asuntos que han sido calificados durante décadas como serios o aburridos, el efecto todavía es más notable.
Natalia de Santiago (48 años) le ha dado la vuelta a los tomos de Teoría Económica en lo que tiene que ver con la microeconomía: esa que percibimos en el día a día las personas como tú y como yo para hacer nuestras cuentas y sacar la calculadora con nuestros gastos e ingresos mensuales.
Ha publicado varios libros sobre la materia: 'Invierte con poco: haz que tu dinero crezca', 'Invierte en ti' o 'Emprende en positivo'. En la revista Lecturas hemos charlado con ella en exclusiva y te invitamos a leer la primera parte de la entrevista que hemos realizado a esta experta en finanzas y ahorro que realizó su primer libro de contabilidad a su padre con tan solo 8 años.
¿Podemos hacer más de lo que pensamos con poco dinero? Más allá de consejos para grandes fortunas, ¿Qué podemos recomendar para familias con salarios más humildes?
Se puede. Lo que pasa es que es verdad que hay cosas que son más fáciles cuanto más dinero ganas, evidentemente. Sí que es verdad que siempre hay oportunidad de mejorar y que uno se puede organizar muy bien con cantidades modestas y, sobre todo, que el tiempo es casi igual de importante como la cantidad. Con lo cual, aunque podamos ahorrar poco, si lo hacemos bien y somos constantes, podemos conseguir también muy buenos resultados.
Esto es un poco como el deporte. A lo mejor si no eres rico, pues igual no tienes el talento de Carlos Alcaraz y no vas a llegar a ser tenista de élite para jugar en Wimbledon, pero para ponernos en forma y encontrarnos mejor, sí estamos preparados. Igual que el ejercicio es beneficioso para todo el mundo, si te ocupas de tu dinero, todo el mundo puede conseguir beneficios.
Uno de tus consejos es separar el ahorro a principios de mes y nunca al final, con "lo que nos sobra", pero, ¿Qué herramienta recomiendas para organizar y optimizar nuestros ingresos mensuales?
Hay mucha gente que somos muy del Excel y que nos encanta. Si a ti tu sistema te funciona, pues también está muy bien. Lo que sí que es una forma fácil es tener muy controlados y separados lo que son los gastos, digamos recurrentes, -los fijos que siempre te van a llegar y los que están domiciliados- de lo que son los gastos, digamos discrecionales, que son los que tienes que sacar la tarjeta o el efectivo para pagar.
Es importante saber qué parte de los gastos se te van en cada una de estas dos categorías, porque los fijos son los que hay que tener muy controlados, ya que si se te desmadran, te vuelves muy poco flexible, digamos.
Entonces, si tenemos una estructura en la que los gastos fijos son demasiado altos, pues vamos a tener que tener los otros más reducidos, porque tenemos poco margen de maniobra. Si los mantenemos dentro de un orden, pues luego la parte esa que corresponda a que este mes tenga un gasto, pero que no se va a repetir, o este mes voy a salir más, voy a ir de vacaciones o voy a poner una cosa excepcional, me permite más margen para hacer esas cosas y también para ahorrar.
Hay que convertir el ahorro en un gasto fijo, porque si dejamos el ahorro para ver si queda en la cuenta algo a final de mes, tenemos muchas papeletas de que no quede nada.
Entre 2004 y 2024 se ha acumulado una inflación del 55%. Si yo he ahorrado 1.000 euros en 2004, ahora mismo valdría 500. ¿Es tan grave?
Completamente, y estamos perdiendo mucho dinero ahorrándola en una cuenta sin rendimiento, porque además estos datos de 2004-2024 corresponden a una época de una inflación muy baja. Es muy probable que en los siguientes 20 años sean todavía peores, porque el problema de la inflación acumulada es que aunque la inflación baja, viene encima de la del año anterior.
Que baje solo quiere decir que los precios suben menos, pero siguen subiendo encima de lo que ya subieron el año anterior. Entonces, no podemos dejar los ahorros a largo plazo, salvo si estás ahorrando para un viaje que te vas a hacer en 6 meses, porque en ese caso tiene poco tiempo para comérselo, pero todo lo que estés ahorrando a largo plazo no se puede dejar en la cuenta, porque en lugar de ir creciendo se lo va a ir comiendo la inflación y eso va a pasar seguro, porque además la economía está diseñada para que siempre haya un poco de inflación.
El ahorro, cuanto más a largo plazo, más urgente es invertirlo o utilizar productos que nos ayuden a combatir la inflación, porque si no es eso, ahorramos hoy 1.000 euros y dentro de 20 años van a valer unos 450, como dices.
Hay fondos de inversión de gestión activa y de gestión pasiva. Para quienes somos menos de riesgo, por ejemplo, ¿Se recomienda la segunda opción?
Realmente, de las dos formas hay fondos más arriesgados y menos arriesgados. Digamos que la diferencia entre que un fondo sea de gestión activa o pasiva está en qué utilizan para seleccionar en qué invierten. Es decir, los de gestión pasiva utilizan reglas automáticas y los de gestión activa, pues son señores o señoras que se sientan, analizan empresas y deciden en qué van a invertir.
Lo que pasa es que los pasivos, al ser en automático y basado en reglas, pues necesitan menos analistas y, por lo tanto, pueden cobrar unas comisiones un poco más bajas. Pero eso no quiere decir que los pasivos o los activos sean más arriesgados, porque que un fondo tenga más riesgo o menos riesgo viene del tipo de las cosas en las que invierten. Los más comunes pueden ser o en renta fija, en cosas como Letras del Tesoro o bonos de empresa o en renta variable, que es la bolsa.
En renta fija ya sabes cuánto te van a dar y es como un préstamo, mientras que la bolsa, pues ya sabemos que tú inviertes y tú lo puedes sacar cuando quieras, pero no sabes qué va a estar haciendo en ese momento. Ser más listo que el mercado, que es lo que intentan los fondos de gestión activa, pues no siempre es fácil.