¿Se enfrenta Leonor a su gran curso como Princesa de Asturias? Probablemente sí. Hace justo un año, el 8 de septiembre del 2018, la primogénita de Felipe y Letizia debutaba como heredera, lo hacía en una significativa visita a Asturias que la incorporó a la agenda oficial de la casa real española.

Leonor viajó junto a sus padres y su hermana, la infanta Sofía, hasta Covadonga. Una visita que se enmarcó dentro de los Centenarios Covadonga 2018 y que englobaba el XIII Centenario del Reino de Asturias, el I Centenario de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga y el I Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de Covadonga.

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Después de este momento han pasado doce meses en los que la princesa heredera ha ido ganando en protagonismo, un año especial y con más exposición que tiene una meta en el horizonte: Los Premios Princesa de Asturias, a los que Leonor asistirá el próximo 18 de octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo y que será su gran salto como princesa heredera al trono de España.

A lo largo de este verano, sobre todo, hemos visto a una Leonor más madura, incluso en su forma de vestir. Letizia ha marcado los pasos de su hija mayor y le está dando las directrices oportunas para que brille en su primera gran cita en los galardones que llevan su nombre, a los que asistirá con la misma edad que tenía su padre cuando dio su primer discurso, en el año 1981.

Pero, ¿cómo están reforzando los reyes a su hija para que desarrolle su papel institucional con éxito? Pues 'lanzándola al ruedo', en el buen sentido de la palabra y siempre con muchísima supervisión, sobre todo por parte de su madre, que sabe bien lo que significa esta prueba de fuego. Leonor y también su hermana, que van a comenzar su nuevo curso académico, se han dejado ver más estos últimos meses y han dado un paso más en su relación con los medios dando sus propias declaraciones, como vimos hace unos días a puertas del hospital en el que el rey emérito, don Juan Carlos, fue intervenido de un triple 'bypass'.

Demasiada información para una niña tan pequeña, de 13 años, pero que ella está asimilando fenomenal, y es que al final su futuro papel le acompaña desde la cuna. Y, era cuestión de tiempo, el futuro cada vez se va haciendo más presente.