Es muy común escuchar eso de ‘llevan toda la vida’ cuando se habla de parejas, pero hay en realidad muy pocas parejas que lleven toda la vida, y menos aún que sean tan emblemáticas en el mundo de la cultura en nuestro país como Ana Belén y Víctor Manuel. Llevan juntos desde 1972 y casi siempre que se habla de ellos se hace en plural, de los dos, pues además de compartir vida, trabajan juntos. Lo que nunca han hecho es pasar por el altar, puesto que, en los 70, no podían casarse por lo civil en España y decidieron hacerlo en Gibraltar donde sí podía hacerse de esta forma, aunque no lo podían legalizar en nuestro país.
La ruina económica de Ana Belén y Víctor Manuel
Su carrera y su reconocimiento han sido tan longevos como lo es su relación. Y parece que trabajar juntos jamás ha sido un problema entre ellos, siempre han formado un gran equipo. Este mismo año Ana Belén ha sacado un nuevo disco, el primero desde 2018, ‘Vengo con ojos nuevos’, con el apoyo de Víctor Manuel, como es habitual. Junto a él hizo la gira de 'Mucho más que dos', ‘El gusto es nuestro’ y ‘Canciones regaladas’, entre 2020 y 2022. De hecho, en ese último año, él recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, lo que sin duda es una distinción que no todo el mundo logra.
Pero no todo han sido buenas noticias y reconocimiento, pues hace no mucho, en una entrevista, Ana Belén relataba los durísimos años que pasaron en los ochenta cuando tomaron la decisión de poner en marcha una productora en la que invirtieron mucho dinero y cuyos resultados no fueron los esperados. Ella explicaba que “Fue una época horrible… muchos problemas económicos… todo lo ganado, por supuesto perdido, y con deudas, muchas deudas” recuerda, y para él no fue mejor, “me arruiné completamente. Perdí todo el dinero que tenía y lo que no tenía” explicaba. Pero lo superaron juntos y hoy el día su patrimonio, conseguido después de muchos años y mucho esfuerzo, no es pequeño.
Gtres
La tabla de salvación económica de la pareja
Además de los ingresos por su música y los derechos de autor y las giras, actuaciones y conciertos, a lo largo de los años el matrimonio ha ido invirtiendo en ladrillo. Tras el descalabro económico que supuso su intervención en el mundo empresarial, decidieron ir a algo más seguro como invertir en bienes inmuebles. En este momento su joya de la corona es la casa donde viven en pleno centro de Madrid, en la zona de Chamartín. Es un chalet de tres plantas con jardín, piscina y un rincón de lectura de ensueño y que tiene un valor de hasta 3.000 euros por metro cuadrado, lo que hace que pudieran venderlo según el mercado actual en casi dos millones de euros.
En los años 90 compraron también una casa de veraneo en Menorca, pero las cosas no les salieron del todo bien y se les complicó muchísimo la transacción. Tras intentar comprar la casa y teniendo ya casi todo listo para formalizar la operación, los vendedores se echaron atrás y tras muchos litigios tuvieron que indemnizarles con 57 millones de las antiguas pesetas por los daños y gastos ocasionados, por lo que Ana Belén y Víctor Manuel se quedaron sin casa con la que soñaban, pero no sin nada.
Ana Belén y Víctor Manuel, abuelos
Una pena porque allí habrían disfrutado muchísimo de sus nietos. Son y siempre han sido una familia muy unida. Tienen dos hijos, David y Marina San José. El mayor de ellos y está casado con la publicista Paloma Montón y tiene dos hijos, Olivia y León, se dedica a la música y hace arreglos para cine o televisión, ha trabajado por ejemplo en Cuéntame. Marina por su parte se ha decantado por la actuación en lugar de la música, ha participado a lo largo de los años en diferentes proyectos tanto de teatro como de cine y televisión e incluso en relaities como MasterChef, ella es mucho más conocida por el público que su hermano.
Lo que es evidente es que ambos han heredado los genes artísticos de sus padres. Y eso que no debe ser fácil crecer en una familia donde ambos progenitores son artistas pues eso conlleva muchos viajes, muchas horas de rodaje, de ensayos y no siempre es sencillo compaginarlo con la familia, aunque parece que en su caso no ha sido un problema porque siempre han estado unidos como una piña, han salvado adversidades y siguen juntos y apoyándose en todo lo que cada uno decide hacer.