17º aniversario sin Maddie: “Su ausencia todavía duele", pero la resolución del caso está más cerca que nunca

Ya se sabe que el principal sospechoso del rapto habría conocido a los McCann porque trabajaba en el restaurante donde cenaron la noche en la que Madeleine, de solo cuatro años, desapareció inexplicablemente

Enrique Espada
Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Madeleine McCann
Gtres

Si la investigación -estancada desde hace años y que desde hace solo unos meses ha vuelto a revitalizarse- no avanza mucho más en solo 48 horas, la familia McCann tendrá que añadir, tristemente, una semana más desde que su pequeña de mirada dulce y melena rubia desapareciera en el Algarve, Portugal, un 3 de mayo de 2007.

Sus padres, que nunca han cejado en su empeño de encontrar a su Madeleine -contrataron incluso un detective privado que no les ayudó especialmente- recuerdan a su hija en este ya 17 aniversario compartiendo públicamente en su cuenta de X una desgarradora carta abierta que en ‘Lecturas Diario’ recogemos:

“Han pasado 17 años desde que nos quitaron a Madeleine. Es difícil incluso decir ese número sin mover la cabeza con incredulidad. Si bien ahora somos afortunados en muchos sentidos y podemos vivir una vida relativamente normal y placentera, "vivir en el limbo" sigue siendo muy inquietante”, publican los McCann.

Kate y Gerry aprovechan su nuevo post para agradecer, también, el gran apoyo que todavía muchos anónimos les brindan porque tienen la esperanza de que la niña británica de 21 años ahora aparezca con vida. “Su ausencia todavía duele. Su apoyo continúa animándonos y refuerza nuestra fuerza para seguir adelante. Sabemos que el amor y la esperanza por Madeleine y la voluntad de encontrarla, incluso después de tantos años, persisten, y estamos verdaderamente agradecidos por ello”.

Como en el 'Caso Asunta', los McCann fueron sospechosos aunque nunca culpables

El mediático caso que en sus comienzos incluso parecía sacado de las más macabras novelas negras y que podía incluso recordarnos al ‘Caso Asunta’, de moda otra vez por la nueva ficción de Netflix, puso incluso en el ojo de la policía a sus propios progenitores. Y es que, como publicaba Mayka Navarro en ‘Lecturas’ hace un par de años, “que levante la mano la lectora o el lector que en los últimos 16 años no haya dudado en algún momento de los padres de la pequeña Madeleine McCann. Pocas veces como en esta, una nefasta investigación policial y judicial ha hecho tanto daño a unas víctimas”.

Para consuelo de los británicos, esta otra penitencia en forma de sospecha no duró mucho tiempo. Con el vuelco que ha dado la investigación desde 2023 a esta parte, la policía internacional cada vez tiene más claro quién estuvo detrás de la desaparición de Madeleine e, incluso, quien fue su colaborador principal.

Christian Brueckner es, a día de hoy, el sospechoso número uno de la Interpol (la Organización Internacional de Policía Criminal) que ya en 2022 estaba en el ojo de mira de la Policía Federal Alemana por ciertas “pruebas concretas” que le convertían en el secuestrador y asesino de la pequeña Madeleine, aunque no lo suficientemente contundentes como para abrir diligencias contra él.

Los padres de Maddie conocieron en persona al presunto secuestrador

Pues bien, en marzo de este mismo año la investigación en punto muerto volvió a reactivarse gracias a las declaraciones de Ken Raphs al ‘Daily Mail’ en las que asegura que el presunto secuestrador de la pequeña de casi cuatro años -por aquel entonces- trabajaba en el restaurante donde los padres cenaban con sus amigos mientras se producía la desaparición de su hija que dormía junto a sus hermanos de dos años en la casa turística de Praia de Luz donde se alojaban, a escasos metros.

Este expatriado británico, que compartió su teoría en aquel momento con la policía de Portugal y Reino Unido, cobra ahora más fuerza que nunca porque coincide con las de los investigadores del caso que, recientemente, volvían a intervenir la furgoneta con la que presuntamente Christian raptó a la pequeña McCann.

Este testigo mantiene la hipótesis de Brueckner junto a Ralph H. -alemán de 56 años al que hace un mes quiso interrogar la policía por su supuesta implicación en la desaparición- diseñaron un plan con el que secuestrar a la niña británica para después venderla a una pareja que no podía tener niños. Objetivo que, según este británico que en 2007 conoció estrechamente a ambos, no pudo materializarse por la enorme magnitud que adquirió el suceso e hizo a sus secuestradores optar por el peor de los finales.

El principal sospechoso ya está en la cárcel por violar

A la espera de que las pruebas de ADN con la tecnología actual cerquen todavía más la investigación en torno al principal sospechoso, su nutrido historial delictivo no le ayuda especialmente a salir indemne del mediático caso aunque hayan pasado ya casi 20 años.

Brueckner, de 47 años y también alemán, está en estos momentos perfectamente localizado en una cárcel germana desde 2019 para cumplir una merecida condena de seis años por la violación de una turista norteamericana pero, además, recientemente también se supo que este oscuro individuo secuestró a otra niña de 14 años solo un mes antes del rapto de Maddie y en la misma zona de Portugal. Dos ejemplos de una ristra muy larga de fechorías, algunas judicializadas y otras no por falta de pruebas definitivas como en el caso que nos ocupa.

Ya en junio de 2020, Christian Wolters, responsable de la fiscalía alemana de Braunschweig, sería la primera voz autorizada relacionada con la investigación en decir públicamente que Brueckner era el sospechoso principal del secuestro y asesinato de Madeleine McCann, algo que sigue siendo igual en 2024. Esperamos que la prueba definitiva deje al presunto asesino en el mismo lugar en el que se encuentra durante muchos años más, aunque no suponga a los McCann recuperar a su adorada niña. 

Sobre la discreta vida de sus hermanos gemelos

Cuando se trata el ‘Caso McCann’ siempre nos vienen a la cabeza sus incansables ‘padres coraje’, pero la familia se compone de otros miembros menos notorios que tampoco olvidan a Maddie. Ellos son sus hermanos gemelos, Amelie y Sean.

En ese momento tenían solo dos años y, ahora, acaban de cumplir la mayoría de edad. De ellos se sabe poco. Solo que Amelie comenzará la universidad el próximo curso y de Sean no ha trascendido cómo es su vida actual. En ‘La Vanguardia’ explican que “están tratando de forjar sus propios caminos”, que si ya es difícil para cualquier adolescente más debe serlo para los desorientados hermanos de una inocente desaparecida.
 

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