"Olvido no tiene un pelo de tonta, pero no sé si tiene la fortaleza suficiente para aguantar tanto chaparrón"

Yo con ella tuve una muy sonada. La expulsé de muy malos modos de un Deluxe, cosa de la que no me vanaglorio en absoluto. Olvido tiene la habilidad de sacarte de quicio pero hay que reconocer que en muchas ocasiones lleva razón. Exige un trato justo: que los colaboradores no la crucifiquen por cosas que algunos de ellos han hecho multiplicadas por diez. Olvido no tiene un pelo de tonta pero no sé si tiene la fortaleza suficiente para aguantar tanto chaparrón. En los platós echa mano de una envidiable frialdad para sortear los duros comentarios que se emiten sobre su comportamiento. Pero mucho me temo que cuando el fragor de la batalla descienda –porque también esto pasará- y se encuentre en su casa a solas consigo misma, nubarrones negros inundarán su salón y entristecerán su alma. Si fuera mi amiga le diría que no se expusiera tanto. Pero quién soy yo para dar consejos si soy uno de los que más patas ha metido a lo largo de mi carrera profesional.