Sofía Suescun en cifras: las inversiones con las que ha rentabilizado su paso por televisión

El caso de Sofía Suescun (27 años) no es habitual, el éxito de Sofía Suescun no es habitual, no todo el mundo está en el lugar precisa en el momento preciso. Han pasado cientos de concursantes por Gran Hermano, a muchos de ellos ya nadie les recuerda, a otros vagamente, y solo de unos pocos se recuerda la cara al escuchar su nombre, la pamplonica está en este último y selecto grupo desde que se proclamó ganadora de Gran Hermano 16, el último que presentó Mercedes Milá, y después supo ir encontrando la forma de hacerse un hueco en los platós de televisión, sobre todo comentando realities.

Solo tres años más tarde, en 2018, viajó a Honduras para participar en ‘Supervivientes’ y no defraudó a sus seguidores, pues regresó la última, en helicóptero y se llevó el cheque de 200.000 euros. Su romance con Alejandro Albalá, después de que este terminara su relación con Isa Pantoja, con la que llegó a casarse, también le aportó cierta cuota de pantalla, tanto interés generó la pareja que solo seis meses después de que ella volviera de la isla, se convirtieron juntos en concursantes de la primera edición de ‘Gran Hermano Dúo’. En esta ocasión ella se quedó a las puertas de la final, siendo expulsada junto antes de elegir los finalistas finales.

Pero su gran premio fueron sus seguidores, pues no es fácil lograr los 1,3 millones de seguidores que tiene en la actualidad, y en gran parte vienen de aquellos momentos en que la televisión era su sustento. Y si, lo era, en pasado, porque, aunque se formó en la escuela de comunicación de Olga Marset y se le dio incluso la oportunidad de presentar en dos ocasiones en MiTele Plus, pero su negativa a formar parte de la agencia de comunicación de Mediaset desembocó en su despido y desde 2021 no se la ha vuelto a ver en la cadena. Económicamente, ¿Fue un error está decisión?

El éxito en los negocios de Sofía Suescun

Nada más lejos de la realidad, ella misma se lo confesaba hace más de un año a la revista Lecturas, confirmando que en su etapa post televisión ganaba más dinero que estando en el candelero. Y es que a quien le dijo ‘sí, quiero’ fue a Dulceida, fichó por In Mannagement, la agencia de comunicación de la influencer y una de las más grandes del país. Desde ese momento su trabajo como creadora de contenido se disparó y hoy en día las marcas siguen contando con ella tanto como el primer día.

Ese mismo año, además, fue en el que decidió emprender su primera aventura empresarial. Lo hizo de la mano de Kiko Jiménez, su pareja desde 2019. Juntos, siendo los dos administradores solidarios, dieron de alta ‘Blessy Wear SL’, dedicada a: “la venta online a través de internet y/o canales de distribución similares, importación, exportación, representación, comercialización, distribución, intermediación, compraventa al por mayor y menor de todo tipo de productos de carácter textil, complementos de caballero, señora y niño”. Y aunque debido a se trata de un negocio con una fecha de inicio muy reciente y no pueden consultarse balances de resultados, debido a que la tienda online que la pareja montó hace ya meses que no está en activo, y en trono a ellas surgieron algunas polémicas por la disconformidad de algunos clientes, es evidente que no fue bien.

Pero no se dieron por vencidos, ni mucho menos, Sofía y Kiko además de construirse dos casas iguales en las que reina el lujo, hicieron de esa inversión un negocio. Actualmente viven en la de Sofía, que cuenta con una parcela de 1167 metros cuadrados sobre la que han construido una vivienda unifamiliar de una sola planta de 167 metros cuadrados que cuenta incluso con gimnasio incorporado y todo tipo de lujos hasta en los detalles más pequeños. A raíz de este proyecto, decidieron asociarse con el constructor y convertirse en promotora, pero por el momento es Kiko quién se encarga de estos menesteres, la influencer, por ahora, no consta en ninguna empresa más allá de la anteriormente citada. Tampoco consta a su nombre en el Registro (todavía) el piso en la playa que se ha comprado, ella misma ha dicho que se trata de una inversión pero también disfrutará, todavía no se tienen más detalles y es pronto para que aparezca bajo su identidad registrado, pues es un trámite que tarda algunos meses.

Durante sus primeras semanas en la televisión Sofía ya explicó que su infancia no había sido un camino de rosas, no tiene relación con su padre y por aquel entonces tampoco mantenía un contacto demasiado fluido con su hermano, siempre había estado con su madre, Maite Galdeano, que es la que según ella le ha inculcado la importancia de ahorrar y de invertir bien el dinero. Ella aprendió bien la lección, y además de invertir sus ganancias, ha sabido tomar las decisiones adecuadas para crecer profesionalmente y no estancarse, algo que no siempre es fácil.