Muy emocionado, hasta el punto de que se le hace un nudo en la garganta cada vez que pronuncia el nombre de su hija, Carmen, que está a punto de venir al mundo en Sevilla. "Me voy por cabezonería mía", reconoce Fran Rivera, sabedor de que su estado de salud es aún muy débil, pero los toreros, como todo el mundo sabe, están hechos de otra pasta. Y ahí está, cinco días después de haber estado casi muerto, yéndose hacia Sevilla para ver nacer a su hija. "Me voy porque nace Carmen", dijo, por dos veces, a la salida del hospital Quirón de Zaragoza. Una vez en Sevilla, Fran seguirá allí su recuperación.
Fran, con la voz entrecortada, agradeció a los médicos que lo operaron en Huesca y que lo atendieron en el hospital de la ciudad aragonesa, así como al equipo médico que lo ha atendido en la Quirón de Zaragoza.
En silla de ruedas, Fran Rivera apareció con el rostro cansado, normal dado su estado de sedación para aguantar el tremendo dolor que le causa la herida provocada por el asta del toro. A su lado, el doctor Carlos Val-Carreres.
¿Cómo te encuentras?
-Bien, dentro de lo que cabe. Ha sido una pelea muy grande con el doctor...
Que no te dejaba marchar. Se te ve muy emocionado.
-Sí. Marcho porque nace Carmen.
¿Pero estás mejor?
-Estoy mejor. He estado muy sedado, me han cuidado muchísmo.
¿Qué pensaste cuando te cogió el toro?
-Todo pasa muy rápido. Me dolió muchísimo. Cuando te ves las tripas fuera, piensas "esto es serio". Y nada, me las metí. Luego ya me sedaron y, al final, el que menos se entera es uno mismo.
Ahora, a recuperarse en Sevilla, ¿no?
-Sí. Pero sobre todo... [se le quiebra la voz] ¡es que viene Carmen!
De no ser así, igual aguantabas más tiempo aquí.
-Sí, hubiera sido imposible.
¿Tienes dolor?
-Me duele todo, pero estamos bien. Va habiendo mejoría, poco a poco.
¿Piensas en volver a los ruedos?
-No me gustaría que la temporada acabara así. ¿El Pilar? Es una de las últimas ferias de la temporada, me encantaría, pero no sé cómo irá la recuperación. Pero ahora mismo lo que quiero es recuperarme. Si me preguntas, ni Ronda ni nada, estoy hecho polvo. Ahora quiero llegar a Sevilla, seguir con la recuperación y, sobre todo, el motivo por el que viajo [se refiere a Carmen].
¿Qué movilidad tienes?
-Estoy tumbado o sentado. Me cuesta mucho levantarme y sentarme.
Pero suficiente como para tener a tu niña en brazos.
-Ahora mismo me la ponen aquí [pone los brazos como si meciera a un bebé] y estaría perfecta.