Protege tus oídos del agua y del ruido

Lo que daña y beneficia tu salud auditiva

Protege tus oídos del agua y del ruido

El agua, la humedad y los ruidos son factores que pueden dañar la salud de tus oídos causando sobre todo taponamientos e infecciones. Cuando hay cera acumulada en el oído y esta absorbe agua, la cera se hincha y forma un tapón, que puede provocar pérdida de audición. Y cuando los oídos se exponen a una humedad excesiva y continua, puede causar una infección por la entrada de bacterias u hongos en el canal auditivo, lo que sería una otitis externa. Pero puedes evitar estas molestias solo protegiendo tus oídos de sus 'enemigos'.

Cómo limpiar tus oídos

Expulsa el agua. Tras el baño o la ducha, inclina la cabeza hacia un lado y hacia otro para facilitar que el agua salga del oído. Si no consigues expulsarla y tienes molestias, acude al otorrinolaringólogo, pero no te apliques por tu cuenta ni gotas ni suero sin antes consultarlo. Puede que se haya formado un tapón, que te lo podrá extraer con el instrumental y la técnica adecuados.

Sécate bien. Seca los pabellones auriculares con la ayuda de un pañuelo o una toalla fina. Basta con secarlos. No debes hurgar dentro para intentar sacar el cerumen ya que su función es proteger el oído y evitar que entren microoganismos o suciedad que lo dañen. Y no uses los bastoncillos ya que, en vez de eliminar la suciedad lo que hacen es empujar más hacia adentro la cera e incluso pueden causar lesiones en los tímpanos.

Y protegerlos del ruido

Cuando estás expuesta al ruido de coches, música... por encima de los 85 decibelios, estos ruidos pueden dañar la salud auditiva, según la OMS. Evita estar expuesta a estos ruidos porque además de causar pérdida de audición pueden originar insomnio o estrés. Ten en cuenta que por cada 5 decibelios que sube el volumen, el tiempo de exposición a él debería reducirse a la mitad. Otra forma de protegerte del ruido es aislarse de vez en cuando de cualquier ruido y experimentar 'oír' el silencio.

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