¿Hay que bajar la fiebre? No siempre es necesario

Tener fiebre es útil porque consigue que nuestras defensas no se adormezcan. Pero no conviene que pase de 38° C si sufres del corazón o tienes diabetes

¿Hay que bajar la fiebre? No siempre es necesario

No es una enfermedad sino un mecanismo de defensa que avisa de la presencia de algún tipo de infección. Asimismo es útil porque, además, aumenta la efectividad del sistema inmunológico. Pero al resultar incómoda, también solemos combatirla muy rápido, antes de alcanzar los 38º C, que es cuando en realidad se puede hablar de fiebre.

Los grados peligrosos

¿En la mayoría de casos no hay que bajarla?
En efecto, dado su papel defensivo. Además, al ser un síntoma, bajará por sí sola cuando se trate el trastorno que la provoca (con antibióticos, por ejemplo, si el médico determina que responde a una infección bacteriana). Suprimirla “artificialmente” puede crear una falsa sensación de mejoría.

¿Si sube mucho y no se logra bajar puede deberse a una causa grave?
No. Una enfermedad banal puede dar lugar a fiebre muy alta y al revés: hay trastornos gravísimos que no causan ningún cambio de temperatura. Y que no se produzca una respuesta rápida al tratamiento antitérmico tampoco aporta datos relevantes sobre la gravedad de la patología.

¿En qué situaciones sí hay que controlarla a toda costa?
Si con el paso de las horas se acerca peligrosamente a los 40º C, sobre todo en niños (pues convulsionan, aunque las consecuencias de esas convulsiones no sean, por lo general, graves) y ancianos (que pueden sufrir una alteración del sistema nervioso central). Y no conviene pasar nunca de los 38º C si se padece diabetes, insuficiencia renal o cardiaca entre otras, porque estos trastornos podrían empeorar.

¿Solo resulta fiable la medición de la fiebre en la axila?
Es la única que los médicos toman como referencia. Y es que cuando la fiebre se mide en el interior de la boca o del recto, en realidad lo que se está obteniendo es la temperatura de las mucosas, que responde a otros parámetros distintos a los de la denominada temperatura corporal propiamente dicha. Los registros en la boca y en el recto suelen ser entre 0,3 y 0,5° C más que en la axila. Diferencias mayores de 1° C entre la temperatura rectal y la axilar deben hacer pensar en la existencia de un proceso inflamatorio de la zona pélvica (apendicitis, por ejemplo).

Medidas que funcionan

¿Cuáles son las fórmulas más efectivas para bajarla?

Lo primero es desabrigar al enfermo; también ponerle paños de agua fría en la frente y también en las ingles y las axilas; darle un baño de agua tibia... Si supera los 40º C (se habla de hiperpirexia, término que también se emplea a veces a partir de los 39º C) hay que sumergir al paciente poco a poco en agua algo fría hasta que alcance los 38º C e ir a Urgencias. También se debe acudir al médico si la fiebre dura más de 10 días: podría responder a una intolerancia alimentaria, a una enfermedad autoinmune, a un tumor...

Y en cuanto a los fármacos, ¿cuáles son los más indicados?

Cuando la fiebre causa muchas molestias se puede recurrir a ciertos medicamentos para intentar bajarla un poco. Se debería tomar medicación solo si no deja de subir o se acompaña de demasiado malestar general. En este sentido las dos opciones más habituales son:

  • Paracetamol. Es el medicamento más eficaz (y con menos efectos secundarios) y alivia también el posible dolor de cabeza, la fatiga, el agotamiento... Hay que tomar entre 650 mg y 1 g cada 8 horas (cada 6 si la fiebre no remite). Si no se cumplen bien los horarios, pierde eficacia.
  • Ibuprofeno. Puede tomarse en dosis de 400 a 600 mg cada 4 o 6 horas. Hay algunas personas que asimilan mejor este fármaco que el anterior ya que cada organismo reacciona de forma diferente frente a los mismos principios activos. En cualquier caso, lo que se desaconseja siempre es es combinarlos.

Así reacciona tu cuerpo

Su termostato es el hipotálamo (en el cerebro), que provoca temblores o escalofríos si la temperatura baja o sube demasiado (en este caso también sudor) para que ganemos o perdamos calor.

  • 35° Hipotermia. Temblores/escalofríos intensos, entumecimiento, coloración de la piel gris/azulada. Si sigue bajando, hay que ir a Urgencias
  • 35°-37° Oscilación térmica considerada normal
  • 37°-38° Febrícula
  • 38°-39° Fiebre. Vuelven a presentarse temblores/escalofríos. No es conveniente bajar la fiebre
  • 39°-40° Hiperpirexia. Sudor, taquicardia, cefalea, dificultad para respirar, convulsiones… Mejor empezar a tratarla.
  • +40° ¡A Urgencias! Se presenta todo lo anterior acentuado y puede aparecer confusión, alucinaciones, delirios...

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