Lee 'bien' las etiquetas de lo que comes

Te damos las claves para que dejen de ser para ti una especie de jeroglífico

5 cosas que debes leer 'bien' en las etiquetas de los alimentos

1. Para saber si contiene demasiada sal

En la etiqueta de un alimento, la sal puede aparecer bajo numerosos nombres como sal, sodio, ascorbato sódico o sacarina sódica. En cualquier caso, su proporción será baja si lees que es menos del "5% del VD" (valor diario recomendado); en cambio, si ves que alcanza el "20% del VD", mejor no lo compres, hay demasiada sal. Decántate siempre por los productos que contengan menos de 0,25 g de sal por 100 g y descarta los que pasen de 1,25 g.

2. Cuándo es de verdad rico en fibra

Imagina que en un envase lees "buena fuente de fibra". ¿Pensarías que el producto que hay dentro te aporta mucha o poca fibra? ¿Mucha, verdad? Pues no. Esa leyenda puede aparecer cuando incluya entre 2,5 g y 4,9 g. Desde un punto de vista meramente nutricional, podemos decir que un alimento es rico en fibra si aporta 5 g o más.

3. Cuánto de light hay en los productos ligth

Si asocias automáticamente 'ligth' a 'ligero' puedes jugarle una mala pasada a tu peso. Que figure esa leyenda en un alimento solo significa que el producto en cuestión tiene un 30% menos de valor calórico que el producto original. ¿Quiere eso decir que sea, de verdad, ligero? Pues en muchas ocasiones no.

4. ¿Sus grasas te perjudican o no?

Si ves un alimento que se comercializa como "libre de grasas trans" (las más dañinas) podrías relajarte pensando que es saludable. Pero mira bien cuántas grasas saturadas incluye: a veces se añade mayor cantidad de estas para compensar. Lo mejor sería encontrar la leyenda "sin grasa", que se reserva para los productos con menos de 0,5 g. Los "bajos en grasa" tienen 3 g o menos de grasa total. Si superan los 20 g de grasas, descártalos.

5. Cuenta el número de "E"

Cuantos menos 'números E' aparezcan en la etiqueta de un alimento, más natural es el producto. Pero, ¿qué significan las distintas 'E'?

  • Los E-100 (hasta E-199) son colorantes.
  • Los E-200 evitan hongos y bacterias.
  • Los E-300 (hasta E-399), que la grasa se estropee.
  • La serie E-400 consigue que agua y grasas se mezclen.
  • Los 500 restan acidez y evitan grumos.
  • Los E-600 dan sabor y olor.
  • Los E-900 (hasta E-999) son edulcorantes (en productos light).

¿Y si hay un semáforo?

Existe también la llamada etiqueta semáforo. Creada por la Agencia Nacional de los Alimentos de Inglaterra, pronto se extendió a otros países. Aporta una información muy visual sobre el contenido nutricional de los alimentos.

Verde, amarillo y rojo. Si un nutriente aparece en rojo, su proporción en el producto es alta respecto a la cantidad diaria recomendada; si figura en amarillo, la cantidad es moderada; y, si es verde, hay poca. Por tanto, el rojo (o naranja) indican nutrientes poco saludables (evítalos); en amarillo aparecen los que puedes comer pero moderadamente; y en verde los que no tienen restricción.

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