Hoy es un día especial para Isabel Pantoja. La tonadillera celebra sus 61 años atravesando un punto de inflexión en su vida. Se trata de su primer cumpleaños en libertad tras pasar dos años en la prisión de Alcalá de Guadaíra. Ese complicado momento de su vida le ha marcado la piel para siempre y Pantoja no ha vuelto a ser la misma. Lejos quedan aquellas fiestas multitudinarias donde la cantante de copla ejercía como anfitriona deleitando a sus numerosos invitados con sus más exclusivos manjares.
Isabel, empujada por sus vivencias y circunstancias, prefiere vivir en soledad. Su finca Cantora se ha convertido en su particular clausura, de la que únicamente sale para llevar a cabo sus compromisos profesionales. Junto a su madre y su hermano Agustín, Pantoja pasa los días esperando las visitas de sus hijos y nietos. Sus amigos también se han reducido considerablemente. A pesar de que continúan yendo a sus conciertos e intentando mantener una relación, lo cierto es que nada tiene que ver con años anteriores. De hecho, en su último concierto en Murcia, Isabel no permitió pasar al camerino a Máximo Valverde, quien en un pasado fue uno de sus más fieles consejeros.
La presencia en los medios de comunicación también ha sufrido un cambio considerable. Salvo la entrevista con Pablo Motos en ‘El Hormiguero’, que servía como promoción de su actual disco, no ha concedido ninguna otra en España. Isabel ha cedido el protagonismo a sus hijos, Kiko Rivera e Isa Pantoja, que se han convertido en los principales protagonistas del clan.
Hoy, 2 de agosto, Isabel soplará las velas precisamente en compañía de ellos, de su familia, su principal amuleto y alegría de vivir, pero lo hará en la intimidad y tranquilidad de su hogar.