El turbulento final del matrimonio de Tita Cervera y Espartaco Santoni

En la vida sentimental de Carmen Cervera (80 años) ha habido de todo: un actor de Hollywood, un modesto publicista, un barón multimillonario... y un estafador. Tras enviudar de Lex Barker, uno de los famosos actores que dieron vida a Tarzán, Carmen se vio seducida de inmediato por un individuo venezolano de nombre Espartaco Santoni, con un currículum amoroso que haría palidecer de envidia a cualquier playboy de Nueva York o de la Costa Azul. Por sus brazos –y su alcoba– pasaron mujeres tan bellas como Analía Gadé, Bárbara Rey, Carolina de Mónaco, Úrsula Andress, Massiel y Marisa Mell. Se casó con Tere Velázquez y con la inefable Marujita Díaz. Y, cómo no, con Carmen Cervera.

Carmen Cervera, o Tita, como se la conoce cariñosamente, era una de las mujeres más deseadas del momento.

La madre de Tita decía de Espartaco que era "una vibora"

La propia Tita reconoció hace años que la primera impresión que le produjo Espartaco Santoni le horrorizó. "Tenía un gran poder de seducción. Cuando lo vi, pensé: '¡Qué horror!', pero a las tres horas ya me encantaba", admitió en una entrevista a Lecturas.

La boda entre Carmen y Espartaco se celebró en Nueva York en 1975 y, desde el principio, todo fue mal. La madre de Tita, doña Carmen, nunca dio el visto bueno a ese matrimonio –decía de él que era "una víbora"– y, desde luego, no se equivocó. Espartaco Santoni era actor, productor, distribuidor cinematográfico y empresario hotelero, pero sus maneras de proceder en sus negocios no eran del todo limpias por lo que muy pronto empezó a tener problemas legales. Al año de la boda, Espartaco era detenido en Madrid acusado de estafa y un año después, volvía a la cárcel. "Fue cuando me percaté de que me había hecho una imagen falsa de él", reconoció, resignada, Carmen,

Carmen cayó rendida a los encantos del venezolano.

Después de tres años, Carmen decidió divorciarse de Espartaco y así lo contó, en 1978, a la revista Lecturas: "Pondré una nube en mi cerebro para borrar estos tres años que he vivido junto a Espartaco", dijo, fulminante. Y nos contó los motivos que le habían llevado a la decisión de divorciarse. "Me ha ocurrido lo que le ocurre a todo el mundo cuando deja de querer, de comprender o desear vivir con otra persona: no tengo ningún deseo de seguir viviendo al lado de Espartaco", añadió.

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En busca y captura por la Interpol

Desde luego, motivos no le faltaban a Tita. En las últimas semanas los problemas legales que Espartaco venía afrontando por sus sospechosos movimientos como productor cinematográfico le pusieron en el ojo de la Interpol, que emitió una orden de busca y captura por presunta estafa y falsedad de documento público.

Estuvieron juntos solo tres años.

Se le acusaba de vender las películas 'Infamia', 'Los espectros' y 'Pepita Jiménez' ocultando que sobre ellas pesaban numerosas cargas económicas. Santoni fue detenido y puesto en libertad bajo fianza de un millón de las antiguas pesetas (6.000 euros), que pagó Tita. Pero Santoni desapareció y de ahí que la Interpol lo pusiera en busca y captura.

Divorcio en Nueva York, la ciudad en la que se habían casado

La madre de Tita respiró, feliz, cuando vio que a su hija se le habían abierto los ojos en relación al hombre con el que, muy a su pesar, se había casado en 1975. "Lo que no he conseguido con mis súplicas lo conseguirá la orden de busca y captura", nos dijo doña Carmen a Lecturas. "Supongo que ahora mi hija se divorciará. Este matrimonio nos ha costado millones... Este señor ha acabado con todo nuestro dinero".

Desde luego, a Tita le faltó tiempo para coger un avión rumbo a Nueva York y presentar la demanda de divorcio. Ella estaba muy decepcionada con los tejemanejes de su marido y con la posibilidad de que estos hubieran podido salpicar su imagen. Tita hizo embalar las cosas de su esposo y hacérselas llegar allá donde él estuviera. Le preguntamos si Espartaco se había quedado sin ella y sin casa, y Tita nos respondió: "Así parece".

Y fue a raíz de su divorcio con Espartaco cuando Tita descubrió que el venezolano nunca se había divorciado de su anterior esposa, por lo que también había cometido el delito de bigamia.

Tita hizo embalar las cosas de Espartaco y las sacó de la casa.

Espartaco voló a Caracas

La revista Lecturas contactó con Espartaco. Se encontraba en Caracas, capital de su país natal, Venezuela. Afirmó entonces no tener ni idea de que lo  buscaba la Interpol. "Oficialmente, no sé nada. Lo leí en los diarios, eso sí. Sin embargo, viajo con libertad", afirmó. Del mismo modo, se enteró por la prensa de que Tita quería divorciarse de él.

"Estoy convencido de que alguien la coacciona. Tita me adora y yo la adoro. De todos modos, si lo del divorcio va en serio, se lo concederé. No se puede vivir en pareja si ella desea liberarse", afirmó a nuestra revista.