"Les deseó todo lo peor en la vida": la agria polémica de Martes y Trece, Isabel Pantoja y Encarna Sánchez

La locutora almeriense movió cielo y tierra para tratar de impedir la emisión del especial de Nochevieja donde el grupo parodiaba unas vacaciones de la cantante y ella

Martes y Trece, imitando a Isabel Pantoja y Encarna Sánchez
'El 92 cava con todo'
Álex Ander
Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Hubo un tiempo en que los humoristas Martes y Trece mantenían una estrecha relación con Isabel Pantoja, a quien solían imitar en sus famosos sketches. Tanto es así que Francisco Rivera 'Paquirri' y la cantante llegaron a invitarles a su boda, celebrada en la iglesia de Jesús del Gran Poder de Sevilla en abril de 1983, y el grupo cómico, integrado por Josema Yuste y Millán Salcedo, vivió momentos de congoja al enterarse de la muerte del torero, fallecido por una cornada en la plaza de toros cordobesa de Pozoblanco.

Pero aquella amistad se rompió totalmente por culpa de una polémica sobredimensionada: el sketch donde se parodiaban unas vacaciones de Isabel y Encarna Sánchez en Palma de Mallorca. Aquella escena fue el hilo conductor de 'El 92 a cava con todos', el especial que los humoristas presentaron en TVE-1 en la Nochevieja de 1991. "Encarna Sánchez e Isabel Pantoja son simplemente dos amigas que se van de vacaciones como podríamos hacer nosotros dos; en la parodia de fin de año no hay nada más", anunció Yuste poco antes de su emisión.

Aquella tampoco era la primera ocasión en la que el dúo imitaba a la célebre locutora, protagonista estelar del programa 'Viva 86' de TVE. En esa otra gala, integrada por números musicales y gags de humor de figuras varias, Martes y Trece realizaron el famoso sketch de 'la empanadilla de Móstoles'. Además de obtener una audiencia próxima a los nueve millones de espectadores, esa escena disparó la popularidad del dúo y valió para que los directivos de la televisión pública española empezaran a encargarles en solitario los especiales de Nochevieja.

Entrando en un terreno pantanoso

Según el periodista Juan Luis Galiacho y el locutor Pedro Pérez en su libro 'Encarna, en carne viva', la locutora "se partió de risa" al ver aquel sketch y "alabó el talento de Martes y Trece, que de una llamada telefónica fueron capaces de hacer humor blanco sobre ella y su programa". Es más, a raíz de su emisión, la almeriense entrevistó a los humoristas en su programa 'Directamente Encarna', y hasta llegó a colaborar en su gira de 1986, subiéndose al escenario en una gala realizada por ambos en el Teatro Monumental de Madrid.

Pero lo de 'El 92 cava con todos' fue otro cantar. Esta vez el grupo no hacía humor únicamente con su faceta de locutora, sino que también tocaba ciertos aspectos de su vida personal; en concreto, su entrañable amistad con Isabel Pantoja. "Se sintió humillada públicamente", cuenta Pérez en el citado libro. "Traicionada por el dúo de humoristas a los que había dado cariño y apoyo en su trayectoria profesional. De eso sí que fui testigo. Tanto que llegó a desearle la muerte a Millán Salcedo, al que ella consideraba el verdadero culpable".

Desde luego, no es ningún secreto que la armarizada locutora vivió siempre atormentada por su condición de lesbiana. De hecho, no le tembló el pulso a la hora de amenazar de muerte a los reporteros que la perseguían y a los periodistas que hacían comentarios sobre su orientación sexual. Tampoco cabe duda que la viuda de Paquirri, con quien Encarna compartió risas y confidencias, se convirtió en su gran obsesión. Ambas se distanciaron cuando la locutora enfermó de cáncer, lo que agrió su carácter, y rompieron completamente su relación en 1995, tras la publicación de unas fotografías donde Isabel y María del Monte derrochaban complicidad durante una jornada playera.

Intentos infructuosos

Cuando Encarna se enteró del contenido de aquel polémico sketch de Martes y Trece, empezó a mover cielo y tierra para tratar de impedir su emisión. Según su compañero y amigo Pedro Pérez, no tardó en levantar el teléfono para llamar al Palacio de La Moncloa: "El interlocutor elegido fue Narcís Serra, su buen amigo en los tiempos de Radio Miramar en Barcelona, al que llevó a la alcaldía de la Ciudad Condal, como él mismo reconoció, y que por entonces era vicepresidente primero del Gobierno de Felipe González".

Atendió aquella llamada Lluís Reverter, que entonces trabajaba para la Vicepresidencia del Gobierno, y que también había sido buen amigo de Encarna en el pasado. "A él le explicó la encrucijada y difícil situación en la que se encontraba", apunta Pérez en las páginas del libro. "Le pidió ayuda, como ella se la había dado años antes tanto a él como a Serra. Reverter se tapó. Se lavó las manos como Pilatos, al igual que lo hizo Narcís Serra. Le devolvió días después la llamada. Una comunicación solo para pasarle 'el muerto' a la entonces ministra Rosa Conde. No querían problemas".

Pasados unos días, fue el mismísimo Ramón Colom, director de Televisión Española, quien llamó personalmente a la almeriense y le comentó que no había "ningún inconveniente para su emisión según nos dicen los Servicios Jurídicos". Ella insistió en que aquella era una "cuestión de respeto y dignidad hacia las mujeres y su vida privada". En ese momento, Colom le comentó que prohibir la emisión del programa "sería un escándalo mayor" y que "la palabra censura volvería a estar presente tras la dictadura franquista". 

Les declaró totalmente la guerra

La discusión acalorada que ambos mantuvieron aquel día sirvió de poco, y Colom se convirtió desde ese momento en enemigo acérrimo de la periodista, quien, desesperada, recurrió entonces a la justicia"Nosotros hicimos una parodia de algo que había salido publicado", explicó Millán Salcedo en el programa 'Lazos de sangre'. "Nosotros teníamos tanto derecho a hacer esa parodia como ellas dos a ponernos una demanda. De hecho, Encarna nos puso una querella que el juez desestimó cuando vio el programa". 

Pérez explica igualmente que el hecho de que Encarna no pudiera impedir su emisión la amargó profundamente. "Estaba hundida", recordó. "Y llegó ese fatídico 31 de diciembre, último día del año. Encarna no estaba de humor. No quería ver a nadie. Cenó sola en su casa. E Isabel en la suya. Fue en el televisor de su chalé de La Moraleja en el que vio el gag de Martes y Trece. Los maldijo mil veces, les deseó todo lo peor en la vida y se marchó a dormir con gran dolor y pena interior".

El asunto llegó incluso al Congreso de los Diputados, donde Luis Ramallo, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, acusó directamente a Colom de no respetar el estatuto del Ente Público ni la Constitución española por atentar contra el honor y la intimidad de Isabel Pantoja y Encarna Sánchez. A partir de ese momento, la locutora aprovecharía los micrófonos de la COPE para arremeter con dureza contra Martes y Trece, quienes por lo visto sí llegaron a hacer las paces con Isabel Pantoja. "Fue el día del funeral de Lola Flores", apuntó Josema. "Ella me dio un abrazo y me dijo 'Pelillos a la mar'. Nunca lo olvidaré".

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