Han pasado ya más de dos décadas desde que los caminos de Rosario Flores (60 aos) y Pedro Lazaga se cruzaron. Coincidieron por primera vez en el rodaje de la película ‘Hable con ella’. Se podría decir que Pedro Almodóvar fue la celestina de la pareja. El director de cine no solo le dio un importante papel a la artista en uno de sus filmes más importantes, sino que fue el ‘culpable’ de su primer encuentro, algo que la coach de ‘La Voz Kids’ siempre recordará. "Nunca le estaré lo suficientemente agradecida", confesaba en el documental ‘Pongamos que hablo de Pedro Almodóvar’. Ironías de la vida, la hija de Lola Flores interpretaba a una torera que "sufre de soledad y de amores" cuando conoció al amor de su vida, que por aquel entonces trabajaba como ayudante de dirección.
No tardaron en enamorarse. Vivieron su relación alejada del foco mediático. La discreción es parte de la identidad del matrimonio. Cuatro años después, tuvieron su primer y único hijo en común, Pedro Antonio. "Estoy muy feliz. Tengo un príncipe. (Pedro) Está muy contento, pero no le gustan estas cosas. Es buenísimo, ha estado conmigo sin dejarme", explicaba la cantante a la salida del hospital Rosario de Madrid sobre el que, poco después, se convertiría en su marido. Rosario entonces ya había tenido a Lola, fruto de una relación con el artista chileno Carlos Orellana.
Rosario y Pedro se dieron el 'sí, quiero' solo tres meses después, de improviso. Decidieron casarse en la localidad gaditana de Caños de Meca, Barbate, ante un par de amigos y sus hijos. El alcalde de la ciudad ofició la ceremonia. Asistieron rostros conocidos, pero si hubo que destacó fue el de Mariola Orellana, esposa de Antonio Carmona, o Ana Villa, la que fuera pareja de su hermano, Antonio Flores.
Lolita Flores, la gran ausente de la boda de Rosario y Pedro
“Me he casado este fin de semana. Ha sido una boda improvisada. No lo sabíamos ni nosotros. Es algo muy espontáneo y lo he hecho porque estoy muy enamorada de mi marido y mis hijos”, decía la propia Rosario a Europa Press pocos días después de que se filtrase su enlace. Ni siquiera estuvo presente Lolita que, con tan poco tiempo de preaviso, no pudo estar por sus compromisos profesionales. Aunque ausente, su hermana no se quiso perder la ceremonia y estuvo viviendo el gran momento a través del teléfono de su hija Elena. Fue la primera en felicitar a Rosario Flores.
Para la ocasión, la cantante no quiso lucir el típico vestido blanco. Optó por uno en color verde con estampado floral y de escote pico. En el peinado sí que no quiso innovar. Presumió de su habitual rizada melena, que adornó con unas flores blancas. Su marido escogió un traje de chaqueta en color arena que lució sin corbata y con una camisa blanca.
Guarda en su memoria aquel gran día, cuyo aniversario tuvo lugar hace tan solo unos días. "Hoy celebro 18 años de casada y 24 años junto al marido más bonito que me podía dar la vida. Le doy muchas gracias a la vida por ese regalo y que nos dé muchos muchos más años de amor", escribía la artista a través de su Instagram junto a unas imágenes de ambos.
Orgullosa de tener hijos ajenos a la fama
Rosario y Pedro conforman una de las parejas más estables y discretas de la familia Flores. Son contadas las ocasiones en la que la hija de Lola Flores ha hablado de su marido o sus hijos, a quienes ha intentado dejar en un segundo plano. Una de esas excepciones fue en el programa ‘El Show de Bertín'.
La cantante quiso dejar claro que era una madre poco entrometida. "Darles la libertad y que ellos elijan lo que quieren ser, si quieren ser conocidos o no. Son los dos muy sentidos, muy de alma, pero quiero que sean libres y si deciden que la gente los conozca, pues adelante, pero mi gran orgullo como madre es que ellos van por la calle y nadie los conoce", reconocía a Bertín Osborne en una entrevista. "Si de algo estoy orgullosa es porque a mis hijos no los conoce nadie. Ser famosa te marca. Para mí sería muy egoísta hacerles a ellos famosos. Mi hija, por ejemplo, ahora está trabajando en cine. Puede trabajar de lo que quiera porque no la conoce nadie. Yo no he sido libre nunca", añadía.
Lola Orellana, de 27 años, lleva el nombre en honor a su abuela, fallecida un año antes de su nacimiento. La joven decidió ser artista plástica, aunque también trabaja en el mundo de la producción audiovisual. Incluso probó suerte como actriz en la película ‘Eco’, de Miguel Sierra. Se desconoce a lo que quiere dedicarse Pedro Manuel Lazaga, que recientemente ha cumplido la mayoría de edad, pero toca a las mil maravillas el cajón. Tiene vena de artista. Puede que sí decida seguir los pasos de su familia.