Paula Vázquez, eres impresionantemente guapa y en persona todavía más. Has presentado programas lúdicos y desenfadados, algunos de ellos provista de un sucinto bikini. Eres rubia, sonríes mucho. Sí, pero…
¿Por todos estos motivos tienes que ser necesariamente frívola o boba? ¿Hubiera sido mejor que te hubieras mantenido callada como una esfinge, y que cuando te preguntasen contestases “en política no me meto”? Pues mira, no. Has hablado, has manifestado tu rabia contra tanto corrupto y tanta injusticia, y te han llovido palos por todas partes, pero lo que para muchos es una traición a tu apariencia de mujer objeto, para mí es lo que te engrandece, querida Paula. Que sepas que aquí, en este humilde rincón, te entrego este ramo de flores simbólicas, y es que Neruda, con su machista verso “me gusta cuando callas porque estás como ausente” ha hecho mucho daño a la causa de las mujeres. Y se acabó (María Jiménez, otra rebelde).