En Hormigas Blancas, por cierto, conocí a Leandro de Borbón: en la sala VIP me riñó porque había dicho que iba a los cocteles para comer croquetas. Después nos hicimos amigos, me llamó no hace mucho para indicarme que su sobrino no era rey emérito sino rey padre, y me pidió que no hablara de sus asuntos de faldas, “hombre, si se le pone a tiro una señora lo aprovecha, pero no hay que contarlo…” Le pregunté si, como hijo reconocido de Alfonso XIII recibía algún dinero y me contestó, “ni un duro, pero yo solo quiero un abrazo de Letizia antes de morirme…” He llorado a solas y ahora lo hago públicamente aquí, porque lo quería mucho.
Cambio de asunto, la vida sigue igual, Julio, ¡lo de Julio Iglesias, que no se me olvide! Que estará el 2 de agosto en Cambrils, irá directamente desde esa cosa cursi de Montecarlo, la gala de la rosa, y será su única actuación en la península, aunque tiene tres conciertos en Canarias. Pregunto al promotor como está, “de p… madre”.
Eh, lo último. El domingo que viene hay elecciones y les puedo adelantar a quién va a votar la familia Preyslser/Vargas Llosa al completo: a Ciudadanos. Albert Rivera es uno de los sex symbols de Tamara y ahí lo dejo.