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Hoy llega mi madre a casa para pasar una semana. Tengo ganas de verla, de estar con ella. Estuve a punto de cogerme un AVE el domingo y plantarme en Badalona para pasar con ella el día de la madre.
No lo hice y me dio mal rollo. Y encima me cabreé conmigo mismo por cogerme mal rollo por no haber estado con ella el dichoso día de la madre, que para mí es un día como otro cualquiera. Como quien no se justifica es porque no quiere ahora estoy encantado de no haber cogido ese AVE porque eso me obliga a ser un hijo modélico esta semana. Prometo no enfadarme con ella, decirle a todo que sí y darle conversación cuando después de cenar nos sentemos a ver la tele, que es algo que me cuesta la misma vida. El sábado me llama para decirme que ya le ha comprado a P. los frutos secos que tanto le gustan. Amo a mi madre, entre otras cosas, por aceptar con tanta naturalidad mi tipo de vida.