Rocío Flores ha recibido la visita que más deseaba tras más de 90 días en Honduras, y no es la de su padre, ni siquiera la de sus hermanos o su madre, a la que no para de pedirle empezar de cero. Rocío Flores tenía clarísimo que su deseo era ver y abrazar ya a su novio Manuel, y Supervivientes le ha concedido el deseo. Los concursantes se han podido reencontrar con sus familias en la primera parte de la final, que ha tenido lugar en Madrid, donde aterrizaron el pasado martes. Manuel ha dado un paso de gigante y, en el que ha sido su gran debut en televisión, ha sorprendido a su novia visitándola.

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Rocío Flores

La hija de Rocío Carrasco y Antonio David ya había manifestado su deseo de que así fuera. Sus ansias irrefrenables por reencontrarse con su novio incluso le han hecho cambiar de opinión en cuanto a la exposición mediática de su pareja. La joven confesaba a Ana María que si hace unas semanas le hubieran preguntado qué persona le hubiera gustado que fuera a verla a la isla hubiera dicho que su padre, pero las ganas de ver a su Manuel le podían. Y al fin han podido verse.

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Rocío Flores novio
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Un mar de lágrimas rocio flores
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