Sale a la luz el verdadero motivo por el que Eugenia Gil llegó tarde a su boda con Javier García-Obregón

Cuando empieza el buen tiempo, la temporada de bodas, bautizos y comuniones también da su pistoletazo de salida. Una de las más esperadas era la de Javier García-Obregón y Eugenia Gil.El hijo de Paloma Lago se daba el 'sí quiero' el pasado 1 de mayo con su novia desde hace años en la Iglesia de San Fermín de los Navarros, en Madrid. Hasta allí se desplazaron amigos y familiares que querían ser partícipes del enlace entre los dos jóvenes.

Una de ellas era Ana Obregón, tía del novio que a su vez es su ahijado, que lucía el traje de chaqueta y falda más tendencia. O, por supuesto, Paloma que se alzó como una de las mejores vestidas del enlace con un vaporoso vestido verde agua con capa. En cuanto a los protagonistas, Javier era el primero en llegar. Con los nervios habituales de estos eventos, el novio se dirigía al interior del templo para esperar a su futura mujer. Sin embargo, Eugenia no llegó a la hora acordada. Tampoco a los 5 minutos. Ni a los 10 o los 15. 

Fue a los 45 minutos después, en el momento en que la inquietud ya empezaba a arraigar en los invitados, novio y párroco, cuando Eugenia Gil aparecía en la iglesia para deslumbrar con un vestido cargado de personalidad. De la firma AnmarGo, la prenda destacaba por la ausencia de mangas, la falda recta y detalles clásicos. Quizá lo más llamativo fue la original lazada en la parte trasera que daba una nueva forma a la cola del vestido.

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El verdadero motivo por el que Eugenia Gil apareció 45 minutos tarde a su boda con Javier García-Obregón

Pero, ¿Qué pasó para que la novia llegara hasta 45 minutos tarde? Ya casados, la pareja salió de la iglesia, sonrientes y muy unidos, asegurando que no había pasado nada grave y que todo estaba bien. Entonces, ¿a qué se debía el retraso? Ha sido hoy, varios días después, cuando la revista '¡Hola!' ha desvelado el verdadero motivo que provocó esa gran tardanza.

Al parecer, Eugenia estaba instalada en el hotel Relais & Châteaux Orfila, muy cerca del templo en el que iba a tener lugar la ceremonia, para prepararse junto a sus amigas más íntimas. Fue allí donde, tal como informa el citado medio, mientras se estaba vistiendo se produjo un pequeño fallo técnico que afectaba a la costura de su vestido. Este pequeño accidente provocó que se tuviera que arreglar allí mismo, sobre la marcha. Finalmente, Eugenia y el equipo que organizó la boda logró poner solución a este pequeño imprevisto y llegar al enlace.

De esta manera, no fue ni una forma de llamar la atención, ni estaba disgustada con el maquillaje y el peinado, ni mucho menos tuvo ningún tipo de duda sobre sus sentimientos por Javier. Un contratiempo que se ha convertido en una anécdota que contar sobre el día de su boda.

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Este sonado retraso no fue la única anécdota que trascendió de este enlace. Hubo muchos momentos que han llamado la atención y que han hecho más especial la boda de estos dos jóvenes. Uno de ellos, sin duda, fue el recuerdo a Aless Lequio. Era la propia Ana quien lo desvelaba a la prensa al salir hecha un mar de lágrimas de la ceremonia.

Y es que el hijo de la presentadora no podía faltar en un día tan señalado. Él y el novio mantenían un vínculo muy especial, así como con sus abuelos, Antonio y Ana. Es por todo ello que Javier y Eugenia quisieron recordar al joven, fallecido en 2020 por un cáncer. Un momento emotivo y agridulce que permitió recordar a aquellos que no podían estar.

Otro elemento que destacó fue la ausencia de la pequeña Anita. La expareja de Alessandro Lequio llegaba junto a su hermano, Javier, a la boda, pero sin presencia de su nieta. El motivo fue que la bebé es demasiado pequeña para estos eventos y Obregón prefirió dejarla en casa, tranquilamente, "con todo el dolor de mi corazón".