‘Sálvame’ fue testigo del evidente tonteo y la tensión sexual que sigue existiendo entre Rosa Benito y su exmarido, Amador Mohedano. El de Chipiona entraba en directo para promocionar su nuevo local y entonces se producía su primera conversación, según dijeron, en dos años.
Amador comentaba que el local tenía un aforo para 500 personas, a lo que contestaba Rosa, “entonces, si es tan grande, puedo ir a cantar”, decía pícara y con una sonrisa que no se le cayó de los labios.
“Rosa tiene una voz muy bonita y la unión con mi hija me parece preciosa”, respondía Amador, que cada vez estaba más rojo. Los colaboradores de ‘Sálvame’ se percataron de lo que pasaba, “si os ponéis nerviosos”, a lo que Mohedano respondió “yo siempre me pongo nervioso cuando tengo una cámara delante”. Balones fuera, mientras Rosa se ponía farruca y coquetona. Sabía que estaba haciendo temblar a su exmarido como cuando se conocieron.
- “Solo deseo que ella sea muy feliz con sus hijos y sus nietos”
- “¿Perdooonaaaaa? ¿Solo con los hijos y con los nietos? ¡¿Perdooona?!”
Y es que cuando menos nos lo esperemos, Benito nos presentará a su amigo misterioso que la lleva a comer a Cuenca. Y finalizaba la conexión despidiéndose de esta manera: “Te deseo mucha suerte en este proyecto. Y, a lo mejor, voy a verte…”.
La conversación no ha dejado a nadie indiferente, especialmente a Belén Esteban, quien se ha indignado muchísimo con el fuerte tonteo entre ambos, “si entra Jesulín por teléfono, ya te digo que no me pongo así”. Y es que la de San Blas siempre ha estado consolándola en su ruptura, y ahora no entendía este cambio de comportamiento, Rosa se defendía asegurando que no quería quedarse con un mal sabor de boca tras la conversación con Amador.