En mayo del año pasado, cuando celebró su 78 cumpleaños y el 50 aniversario de su triunfo en Wimbledon, ya se hablaba del ocaso de Manolo Santana. Y este pasado 13 de octubre, Mila Ximénez ha confirmado la decadencia que vive su exmarido. Desde el plató de 'Sálvame' ha revelado la preocupación máxima que existe por la salud del extenista de 79 años.
Santana cada vez es más selectivo con los actos sociales en los que hace acto de presencia y siempre va acompañado de su cuarta mujer, la colombiana Claudia Rodríguez. Generalmente están relacionados con el deporte que le hizo popular y con el que saboreó la gloria, pero causó una gran conmoción entre los asistentes durante uno de los últimos homenajes que recibió Ángel Nieto, fallecido el pasado 3 de agosto.
Mila ha contado que Kiko Matamoros, que no se perdió aquella reunión en la que se honró a su amigo, le confesó en privado que "el comentario general de todos sobre Santana es que no podía ni caminar". El tema, como defiende la propia Mila es que "no es tan mayor", sin embargo, su deterioro físico parece haberse acelerado en los últimos tiempos de forma alarmante y el entorno del campeón de la tierra batida no puede mostrar mayor preocupación. Ximénez ha arrojado más luz con datos sobre sus problemas de salud, que no solo están localizados a nivel físico sino también en el aspecto cerebral. "Tiene una inmovilidad tremenda, no coordina y hay cosas de las que no se acuerda de un día para el otro", ha afirmado muy seria ante las caras de preocupación de sus compañeros de plató.
Mila fue la segunda esposa de Santana. La pareja estuvo casada entre 1983 y 1986, de cuya unión nació Alba, única hija de la colaboradora de 'Sálvame' y quinta del extenista.