Kiko Rivera se enfrenta "por necesidad" a todo el 'Deluxe'

En una entrevista cargada de tensión, el hijo de Isabel Pantoja no aclaró porqué su tío Agustín no se habla con su hermana Isa

Kiko Rivera

Kiko Rivera visito 'Sálvame Deluxe' por una razón: "Estoy aquí por necesidad. Tengo deudas y necesito el dinero. Si no fuera así, seguro que no estaría sentado aquí". Con estos argumentos, el hijo de Isabel Pantoja se sometió a las preguntas de Jorge Javier Vázquez y, posteriormente, a las de los colaboradores, que no se andaron con chiquitas. Entre medio, también, levantó el veto que había impuesto a tres de ellos: Belén Esteban, Kiko Hernández y Mila Ximénez.

Kiko Rivera y Belén Esteban

Con Belén hizo las paces, más o menos, porque ella le entregó en mano la demanda que le ha interpuesto por haberla insultado, demanda que no piensa retirar. Con Kiko Hernández fue distinto y eso que, según parece, habían sido hasta amiguetes. "Eres la persona, de todas las que están aquí, que más odio", le dijo el hijo de Pantoja con desprecio. Y Mila se despachó a gusto contra Kiko y, por extensión, contra todo el clan Pantoja. También discutió con Patiño: "Me suda todo lo que digas", le dijo a la sevillana, cortando así toda posibilidad de diálogo. Más tensión, imposible.

Kiko Hernández y Kiko Rivera

La entrevista no fue ni de lejos la mejor ni la más interesante de las que Kiko ha dado a la cadena. El hijo de la tonadillera trató de justificarse ante algunas de las preguntas que le realizó el presentador, como la de por qué no fue a recibir a su hermana tras su eliminación de 'Supervivientes'. "Estaba trabajando en Galicia. Hablé con la representante de mi hermana y me dijo que, tranquilo, que esa semana no iba a salir. Así que yo, que estaba sin dormir, decidí no ir. Y resulta que salió". Jorge Javier le dijo que mentía e incluso le recordó la frase que, en su día, dijo al programa. "Esto tiene un precio". A instancias de Jorge Javier, finalmente, admitió que se arrepintió de no haber estado en plató recibiendo a su hermana.

Precisamente, la salida de Isa Pantoja de 'Supervivientes' marcó un antes y un después de aquello que sabíamos de la familia Pantoja. Y es que Isa, sin pelos en la lengua, declaró a Lecturas que se sentía menos querida por su familia que su hermano y que su tío Agustín no le hablaba desde que ella tenía 12 años. Cuando Jorge Javier le preguntó a Kiko por este triste panorama familiar, el hijo de la cantante navegó, con bastante poca fortuna, entre dos aguas. "Eso son pensamientos de ella, lo de sentirse menos querida. Yo creo que no es así". En el problema de su tío Agustín y su hermana, no quiere meterse. "Se necesita mucho tiempo para volver a ser una familia unida. No quiero estar en medio de mi hermana y mi tío".

Dulce, la niñera que se ocupó de Kiko de niño, de Isa y que ahora cuida a Albertito, el segundo nieto de Isabel Pantoja, también fue uno de los puntos que se tocaron en la entrevista. De todos es sabido que Kiko y Dulce no tienen ninguna relación, aunque ahora y puesto que los dos hermanos se llevan bien, él ha terminado por aceptar que Dulce sea la persona de confianza de su hermana. Claro que eso no significa que le caiga bien. "Mi hermana y yo hemos hablado de Dulce, claro. Ella se cree la madre de mi hermana y no lo es. Eso ha molestado a mi madre, claro", explicó Kiko. Justamente su madre, Isabel Pantoja, que cumple condena en Alcalá de Guadaíra por blanqueo de dinero, también era una cuestión que interesaba a los colaboradores, pero Kiko Rivera se negó en redondo a responder a cualquier cuestión sobre ella. ¿Tendrá eso otro precio?

Le han quitado todos los puntos del carnet de conducir, porque ha acumulado 40.000 euros en multas. "Estoy haciendo el curso para la recuperación del carnet". Matamoros le dijo que lo que se comentaba es que Kiko Rivera nunca se había sacado el carnet, que fue otro el que se había examinado por él. "Lo desmiento totalmente. Me examiné en su día y aprobé", respondió Kiko.

El paso de Kiko Rivera por el 'Deluxe' dejó a todo el mundo con un sabor agridulce. No convenció a nadie, o a casi nadie, y hasta despertó sentimientos de lástima. Eso sí, se fue a casa con el bolsillo lleno.

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