Un helipuerto, un hangar y un rocódromo: entramos en la propiedad secreta de Jesús Calleja

La propiedad del veterano presentador, ubicada en la localidad leonesa de Golpejar de Sobarriba, cuenta con una parcela de más de 15.000 metros cuadrados

Jesús Calleja
GTRES/Mediaset España
Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Jesús Calleja (58 años) siempre ha sido un amante de la naturaleza. No solo lo ha contado él, también lo refleja su larga trayectoria profesional y la vida que le gusta llevar. Su hogar no iba a ser menos. El veterano presentador desechó el asfalto de la capital española, como sí eligieron muchos otros compañeros de profesión de Mediaset, para aislarse del mundo en su tiempo libre. Lo hace en un chalet en medio de un gran paraje lleno de vegetación en León, situado en la localidad de Golpejar de la Sobarriba. La propiedad cuenta con algo más de 15.000 metros cuadrados de extensión y fue diseñada por un buen amigo del aventurero.

Un cartel con el nombre de Himalaya se erige a la entrada para dar la bienvenida a los invitados de Jesús Calleja a su refugio secreto situado en medio de una cordillera. Nada más acceder, llama la atención el helipuerto y el hangar que se sitúan próximos a la vivienda de estilo puramente moderno. Eso sí, tiene algún que otro toque oriental en su interior. En los alrededores, se avista una piscina de tipo lago, varios almacenes y garajes, además de un rocódromo que incorporó posteriormente a la compra de la propiedad. En otro de los edificios adyacentes creó una escuela de alpinismo.

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Un vivienda de 400 metros cuadrados

En el interior de la vivienda de 400 metros cuadrados, dividida en tres plantas, tampoco faltan detalles de exclusividad. A través de una gran puerta geométrica de madera oscura se accede a su hogar, uno que está repleto de techos altos, grandes ventanales y rincones orientales. Tapices, esculturas budistas y cuadros: los recuerdos de todos sus viajes por el mundo están presentes en cada una de las estancias de la propiedad.

Como habitación principal, un gran salón pintado en color negro con un despacho anexo. Se trata del lugar perfecto para compartir largas reuniones con su equipo o disfrutar unas horas en el sofá modular repleto de cojines de colores leyendo algunos de los muchos libros que coronan las paredes de la sala. Al otro lado, una larga mesa de madera para reunirse con toda su familia y amigos.

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El blanco es el color predominante en la cocina del presentador con muebles lacados de estilo moderno y con algún que otro detalle en verde, como las sillas que tiene bajo la isla central. Además, cuenta con un segundo salón de estilo oriental repleto de tapices y esculturas de sus viajes, desde donde se accede a las escaleras para subir al resto de estancias. Los 400 metros cuadrados de la vivienda están rodeados de un impresionante porche de baldosas en tonos arena, donde se relaja al sol en los días más cálidos y que dan al extenso jardín y la piscina.

Un chalet de cine para descansar en familia

Se trata del hogar perfecto para relajarse entre aventura y aventura. Lo comparte con varios perros adoptados, según el propio presentador ha mostrado en varias a través de sus redes sociales. Además es habitual que reciba la visita de sus padres, Julián González y María Jesús Calleja, que residen en un municipio cercano. También le suele acompañar su hijo, Ganesh Man Lama, al que Calleja adoptó en la década de los noventa tras conocerle en Nepal.

Fue en un segundo encuentro cuando decidió intentar traerlo a España, después de ver las pésimas condiciones en las que estaba viviendo."Estaba en un hospicio que era como una perrera. Estaba rodeado de ratas", le contó Calleja a Bertín Osborne en una entrevista.

La situación empeoró. Se enteró de que tenía tuberculosis. No lo dudó y, aunque no fue fácil, se lo trajo a España para que lo tratasen en un hospital. "Cuidé a un hijo, sin tener mucha idea de cómo se hacía", añadía. Menos mal que sus padres le ayudaron. Este joven que, por aquel entonces era un niño, ahora tiene 44 años y le hizo hace un año en abuelo.

Con el pequeño Namgyal disfruta muchas horas en los jardines del impresionante chalet con el que siempre soñó. Al criarse en plena naturaleza, en un molino de Fresno de la Vega (León), nunca pensó en vivir de manera diferente o muy lejos de su tierra. Da igual los lugares tan increíbles que descubra por el mundo, que su refugio siempre será su casa.

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