El destino quiso que las dos hijas de Rania de Jordania (53 años) y el rey Abdalá (61 años) nacieran con solo unas horas de diferencia, y eso ha llevado a la reina de los hachemitas a enviar este martes una felicitación doble a las princesas Imán y Salma. "¡Todo mi corazón! Feliz cumpleaños a mis dulces hijas. Os quiero más y más cada día", escribía junto a un retrato inédito donde se refleja el fuerte vínculo que tienen madre e hija.
Mientras que la joven Salma sopla las velas de su 23 cumpleaños el 26 de septiembre, su hermana mayor cumple 27 solo un día después. En la estampa, Rania, vestida con un elegante vestido celeste bordado, aparece abrazando a sus hijas mientras estas posan muy sonrientes. La imagen fue tomada hace poco más de tres meses durante la tradicional fiesta de la henna en honor a Rawja Al Said antes de su boda con el príncipe Hussein, un día inolvidable para todas que supuso la bienvenida a la joven arquitecta a la familia real.
Este es el primer cumpleaños que la princesa Iman celebra como una mujer casada. Fue el pasado mes de marzo, cuando la joven le dio el 'sí, quiero' a Jameel Alexander Thermiotis en una ceremonia íntima que tuvo lugar en el palacio de Beit Al Urdun lejos de las ostentaciones de una boda real.
Desconocemos si Imán y Salma aprovecharán la fecha para visitar a sus padres en Jordania. Cabe recordar que la primera reside en Miami junto a su marido, y la segunda en Nueva York donde continua con su formación universitaria.
Imán y Salma, las herederas de la belleza y estilo de su madre
Ser hijas de Rania de Jordania implica estar en el punto de mira en cada aparición pública y enfrentarte a las continuas comparaciones con su popular madre. Lo cierto es que Imán es la que más parecido físico tiene con la Reina, aunque los que las conocen aseguran que el carácter es mucho más similar al de Salma, responsable, alegre y disciplinada.
Sea como fuere, Rania ha declarado en varias ocasiones como sus hijas se han convertido en sus "mejores amigas", y ni siquiera la distancia es capaz de romper el fuerte vínculo que existe entre las tres.
La soberana no oculta su pena después de que su hijo pequeño, el príncipe Hashem, abandonara la casa familiar. Y así lo confesó durante su reciente entrevista en el programa americano The Today Show. "Es aterrador lo rápido que pasa el tiempo. Como padres tenemos el deber de cuidar a nuestros hijos hasta que crezcan y estén listos para la vida", confesaba al mismo tiempo que recordaba que en poco más de seis meses había casado a dos hijos y graduado a los otros dos, un adiós "para el que nadie puede prepararte".