La juerga interminable. Parece el título de una película pero es lo que le está sucediendo a Carlos Lozano en los últimos diez días. Desde que el sábado de la pasada semana se conociera que el Defensor de la Audiencia de 'Sálvame' estaba en paradero desconocido y que esta situación había sido puesta en conocimiento de la policía, está Carlos Lozano dando explicaciones a diestro y siniestro, total, por una juerga que se alargó más de lo previsto.
En 'Sábado Deluxe' volverá a darlas –las explicaciones–, ya que se ha sometido al polígrafo de Conchita y ya sabe qué significa eso: numerosas preguntas, algunas muy comprometidas, que no solo aclararán qué pasó y qué hizo Carlos en esas 40 horas largas en las que ni su novia ni su familia sabían dónde estaba, sino también cómo está la relación entre el presentador y su novia, Miriam Saavedra, así como el supuesto enfado de esta con la ex de Carlos, la también peruana Mónica Hoyos, madre de la única hija del presentador.
De momento, y a la espera de que lo veamos frente a Jorge Javier y Conchita, Carlos ha atendido a las cámaras de 'Socialité' y ha desmentido un par de cosas, como que en esa juerga estuviera con chicas, y, segundo, que tenga algún problema con las mujeres de su vida, Miriam y Mónica. "Que habrá fotos de esa noche, por supuesto, yo me hago fotos con todo el mundo. No tengo nada que ocultar", dijo Carlos. Amigos que aseguraron que Carlos esa noche estaba demasiado "contento" y "exaltado" y que se fue sin despedirse de nadie. "No me despido nunca de nadie", dijo el presentador, "porque si lo hago, ya no me voy, porque cuando te lo estás pasando bien, no te dejan irte", argumentó.